El encarecimiento de las tasas de interés de los préstamos que otorgan las microfinancieras, por los altos costos de los fondos provenientes de Alba-Caruna, representaría un fuerte golpe para el sector de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pyme), al punto que podrían sacar de operaciones a cientos de ellas.
Al menos es la valoración de Gilberto Alcócer, presidente del Consejo Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), ante el hecho que el crédito del sector de las microfinanzas podría encarecerse si depende de un único fondeador de recursos.
Alcócer recuerda que el pequeño empresario ya paga altas tasas de interés por los créditos que obtiene de las microfinancieras. Sin embargo, es la única alternativa como fuente de financiamiento, al no ser las pyme sujetos de crédito de banca privada.
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Pero de volverse más caro el crédito, considera Alcócer, que “mataría” a cientos de pequeñas empresas porque “no tendría sentido trabajar únicamente para pagar intereses”.
La extensión de los negocios de Alba-Caruna, la cooperativa que maneja el capital de la llamada “cooperación” venezolana, se está dirigiendo a las microfinancieras al comenzar a fungir como fondeador privado. De esta manera aprovecha la escasez de disponibilidad de recursos de parte de los proveedores tradicionales, principalmente externos, que han sido fondeadores históricos de las microfinancieras.
Pero el dinero que coloca Alba-Caruna tiene un interés del 16 por ciento anual, lo que provoca que se aumenten los costos operativos de las microfinancieras y con ello el encarecimiento del préstamo al productor. Las tasas promedio oscilan entre 12 y 48 por ciento, pero con los fondos de Alba Caruna el interés que pagaría el usuario se elevaría en un promedio de cuatro a cinco puntos.
Hasta ahora dos microfinancieras han adquirido 100 mil dólares cada una, de parte de Alba-Caruna.
PIDEN NO ATRASAR LEY
Alcócer considera que las microfinancieras deberían buscar un acuerdo para que el financiamiento que ofrece Alba-Caruna sea a tasas preferenciales.
Marcos Zavala, presidente del Instituto Nicaragüense de Desarrollo (Inde), analiza que “el daño a la imagen país ante los organismos internacionales seguirá de no lograrse un pronto marco de regulación al sector de microcrédito a través de una ley.
Sostiene que “sólo a través de una buena ley se podrá restituir la confianza de los fondeadores externos” para que retornen las líneas de financiamiento.
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