Ciudad del Vaticano/EFE
El Papa Benedicto XVI ha afirmado que vivimos en una sociedad en la que la voz de Cristo es “ahogada” por otras y que su propuesta de seguirlo “parece cada vez más difícil”, por lo por todas las comunidades cristianas deben asumir su compromiso de promover las vocaciones religiosas.
El pontífice hizo esta declaración en su mensaje para 48 Jornada Mundial de Rezos para las Vocaciones, que celebrará la Iglesia católica el 15 de mayo próximo, hecho público hoy por el Vaticano y que tiene como lema “Proponer las vocaciones en la Iglesia local”.
Tras hacer un recorrido por las vocaciones a lo largo de la historia, Benedicto XVI aseguró que el seguimiento de Cristo es “arduo”, que Dios llama a los hombres a todas las edades de la vida para compartir su misión y que la Iglesia es la responsable del nacimiento y la maduración de las vocaciones sacerdotales.
“En nuestro tiempo, en el que la voz del Señor parece ahogada por otras voces y la propuesta de seguirlo, entregando la propia vida, puede parecer demasiado difícil, toda comunidad cristiana, todo fiel, debería de asumir conscientemente el compromiso de promover las vocaciones”, escribió el papa.
El pontífice agregó que es importante “alentar y apoyar” a las personas que muestran claros indicios de la llamada a la vida sacerdotal y a la consagración religiosa, “para que sientan el calor de toda la comunidad al decir sí a Dios y a la Iglesia”.
“Yo también les aliento. Hacen bien, ya que también los hombres en la época del dominio tecnológico del mundo y de la globalización, siguen teniendo necesidad de Dios”, aseguró.
El obispo de Roma manifestó que cada Iglesia local tiene que ser cada vez más sensible y atenta a la pastoral vocacional y tiene que hacer ver a los jóvenes, a través de una pastoral bien cuidada, que adentrarse en la voluntad de Dios “no aniquila y no destruye a la persona, sino que permite descubrir y seguir la verdad más profunda sobre sí mismos”.
HACE LLAMADO A OBISPOS
Benedicto XVI exhortó a los obispos a incrementar “cuanto sea posible” las vocaciones sacerdotales y religiosas, poniendo interés especial en las misioneras.
Asimismo les advirtió de que deben “tener cuidado en la elección de los agentes pastorales para los centros diocesanos de vocaciones e insistió en que la capacidad de cultivar las vocaciones es un signo característico de la vitalidad de una Iglesia local.
