Por Colleen Long
NUEVA YORK/AP
Se trata de la mayor fiesta pública en Estados Unidos. Casi un millón de parranderos llenarán las calles de Times Square para mirar la caída de la bola la víspera de Año Nuevo.
Es también una fiesta sin delitos, segura y ordenada. En la década pasada ha habido pocos arrestos y prácticamente ningún problema de importancia entre el ir y venir de la gente en las calles llenas de confeti para recibir el Año Nuevo.
Ello se debe en gran medida a algo que los fiesteros no notan: una multitud de policías y agentes antiterrorismo que cubren el área, trabajando en un plan de seguridad diseñado especialmente para el acontecimiento.
Las tapas de alcantarillas son selladas. Se colocan francotiradores en techos secretos. Agentes portan detectores de radiación del tamaño de un radiolocalizador. Policías vestidos de civil se mezclan con la multitud, junto con la presencia de policías uniformados y agentes encubiertos.
Se despliegan en el lugar perros detectores de explosivos. Se revisan los bolsos. Se establecen puntos de inspección y se crean perímetros utilizando bloques de concreto. Se revisan los vehículos que transitan por el lugar.
El comisario de policía Ray Kelly dijo ayer que no existen “amenazas específicas contra la ciudad” en la víspera de Año Nuevo.
La tormenta con 50 centímetros de nieve (20 pulgadas) que dejó intransitables las calles alejadas de Times Square será sólo un recuerdo para la multitud.
Cuadrillas de trabajadores retiraron cantidades grandes de nieve y las temperaturas más cálidas están ayudando a derretir lo que quedó.
Agentes del Departamanto de Policía de Nueva York ajustan el plan de seguridad cada año, utilizando lecciones aprendidas de sustos previos, como el fallido atentado con carro-bomba en Times Square en mayo y el intento de ataque con explosivos en la ceremonia de encendido de un árbol de Navidad en Portland, Oregon.
James Waters, jefe de contraterrorismo del departamento de policía, extrajo información del atentado suicida con explosivos este mes en Estocolmo.
“Mucho de lo que hacemos está basado en datos de inteligencia”, dijo Waters. “Comprendiendo la amenaza, siempre las cosas esenciales; comprendiendo cuál es la amenaza contra Nueva York, cuál es la amenaza hacia el país, y todo lo que ello conlleva”.
