México /AFP
Marisol Valles tiene 20 años, un bebé y 19 uniformados a sus órdenes, a quienes dirige desde ayer como jefa policial de este poblado mexicano, azotado por la violencia y en uno de los pasos más usados por los cárteles para introducir droga a Estados Unidos.
Nadie más quiso asumir el cargo de dirigir la policía en Praxedis Guadalupe Guerrero, de 10,000 habitantes y ubicado sobre la orilla del fronterizo río Bravo, cuyo alcalde fue asesinado en junio. Esta estudiante de criminología lo aceptó, aunque reconoce que con miedo.
“En México, todos tenemos miedo ahorita, lo que necesitamos es que el miedo no nos venza”, dijo a un corresponsal de la AFP esta chica delgada, que recoge su cabello negro y oculta su mirada tras unos lentes, mientras sostiene un cuaderno estudiantil.
Valles fue nombrada la tarde del lunes, al ser la única candidata. Este miércoles en la plaza del pueblo se hizo el reconocimiento oficial ante los 19 policías del poblado, de ellos nueve son mujeres recientemente incorporadas.
Más de 2,500 personas han sido asesinadas este año en la región del valle de Juárez, donde se ubica el pueblo, y la zona es utilizada por los traficantes de droga y de inmigrantes, para introducirse hacia Estados Unidos.
Valles, que dice se demoró un mes en aceptar el cargo y que sólo lo hizo tras consultarlo con su familia, parece estar segura del reto que aceptó. “Me arriesgué porque quiero que mi hijo viva en una comunidad diferente a la que hoy tenemos, quiero que la gente ya no viva con miedo que pueda salir, como era antes”, dice.
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