Griselda Baltodano tiene 23 años. Sin poseer ninguna experiencia laboral, egresó el año pasado de la carrera de economía gerencial, de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli).
Un año después de haber finalizado sus estudios universitarios, Baltodano continúa buscando empleo. Ha metido 10 solicitudes en empresas que requieren de personal y en ninguna ha tenido respuestas positivas.
Ella dice entender la razón de por qué no ha podido ubicarse en un puesto laboral: “No tengo experiencia en ninguna empresa”.
“Así estamos miles de profesionales, que salimos de las universidades con conocimiento, con un título, pero en realidad cuando llenamos una solicitud de empleo vos te quedás asustada cuando te piden experiencia laboral”, afirma.
La joven señala que el egresado no sale a buscar un alto puesto en una empresa, sino una oportunidad de desarrollar sus conocimientos. Ella, sin embargo, siente que el mercado laboral está cerrado para los profesionales que no tienen experiencia.
De ahí nace el proyecto Mi Primer Empleo, un programa que apoya a jóvenes sin experiencia laboral mediante una intensiva capacitación, que dotan a los recién egresados de herramientas prácticas.
Ayer arrancó la segunda fase del programa, que enseñará a unos 20 jóvenes egresados de carreras económicas a realizar un plan estratégico de marketing y publicidad, para que luego intenten conseguir un empleo.
EL APOYO
Los jóvenes son incorporados como pasantes en empresas de la Cámara de Comercio de Nicaragua (Caconic), donde son acompañados por ejecutores del programa Mi Primer Empleo; y al finalizar la pasantía, el producto elaborado se convierte en su carta de presentación al momento de solicitar un empleo.
La ministra del Trabajo, Jeannette Chávez, manifestó que “son jóvenes que van preparados más allá de las aulas universitarias. Van con capacitación para poder apoyar la productividad y la competitividad”.
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