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“El presidente Zelaya no está dispuesto aceptar ninguna humillación, ni chantaje de los golpistas, prefiere pasar encerrado la Navidad y el tiempo que sea necesario defendiendo sus principios”, dijo Tomé en comunicación telefónica con Acan-Efe.
Agregó que “el régimen golpista” de Roberto Micheletti, quien el 28 de junio asumió el poder por designación del Parlamento, tras el derrocamiento de Zelaya, “pretende que el presidente Zelaya renuncie a su investidura”.
“Aquí vamos a permanecer si es necesario hasta el 27 de enero”, acotó Tomé, quien desde el 21 de septiembre acompaña a Zelaya en la legación diplomática brasileña.
Entre las decenas de personas que acompañan a Zelaya en la Embajada de Brasil también figura su esposa, Xiomara Castro.
TEGUCIGALPA/ACAN-EFE
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Los simpatizantes del presidente derrocado Manuel Zelaya planificaron las próximas actividades de rechazo a su destitución y a las autoridades interinas de Honduras, aunque la primera tiene tintes navideños, pues se darán a la tarea de reunir el mayor número posible de tarjetas navideñas para entregárselas a su líder.
“El objetivo es demostrarle al presidente (defenestrado) que el pueblo, que la resistencia está con él, que no está solo”, dijo a la AP Juan Barahona, uno de los dirigentes del Frente de Resistencia Contra el Golpe de Estado.
Informó que el movimiento llegará el jueves por la tarde a las cercanías de la embajada de Brasil en esta capital, en donde Zelaya se encuentra confinado desde hace tres meses, con el fin de hacerle llegar el paquete de tarjetas al gobernante derrocado.
Más adelante, Barahona dijo que el 7 de enero harán una movilización nacional en rechazo a las intenciones del Congreso que por esos días prevé reunirse para retirar a Honduras de la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), como lo decidió el gobierno interino de Roberto Micheletti.
Honduras se había adherido a esa iniciativa impulsada por el presidente venezolano Hugo Chávez en 2008.
Los opositores al golpe de estado regresarán a las calles el 27 de enero, cuando está programada la ceremonia de toma de posesión del presidente electo Porfirio Lobo, vencedor en las elecciones del 29 de noviembre que el movimiento de resistencia no reconoce y considera ilegítimas.
Zelaya declaró en la víspera que “estoy firme y fuerte espiritualmente” ante el panorama de “presiones por los problemas en el país”.
Reiteró que no renunciará al mandato que le otorgó el electorado hace cuatro años, y que no se prestará a “ningún juego” del gobierno de facto.
Zelaya vio frustrado a comienzos de mes la posibilidad de salir de la embajada y viajar a México debido a la oposición del gobierno de Micheletti de otorgarle salvoconducto o dejarlo viajar como “huésped ilustre” al extranjero. El gobierno interino señaló que Zelaya podría salir como asilado político, a lo que se negó el líder derrocado.