- Recesión en Europa “enciende las alarmas”
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Los líderes de 21 potencias industrializadas y emergentes iniciaron anoche una histórica Cumbre en Washington, para dar respuestas a la crisis mundial, mientras la Eurozona confirmó su entrada en recesión.
La Unión Europea anunció que los 15 países de la Eurozona están en recesión por primera vez desde la creación de este espacio monetario en 1999, con una contracción de 0.2 por ciento en el tercer trimestre, tras una desaceleración similar en el trimestre anterior.
La economía de los 27 países de la Unión Europea (UE, entre los que figuran los 15 de la Eurozona) se contrajo 0.2 por ciento en el tercer trimestre, escapando a la recesión sólo porque el crecimiento del segundo trimestre fue cero y no negativo.
Una recesión se define como dos trimestres consecutivos de contracción del PIB.
En este sombrío contexto, la presión es cada vez mayor sobre el G20, que buscará “sentar las bases para hacer reformas que impidan crisis similares en el futuro”, según dijo el Presidente estadounidense saliente George W. Bush.
Pero Bush termina su mandato el 20 de enero y no puede asumir compromisos firmes en nombre del presidente electo Barack Obama.
“No podemos esperar un milagro de esta Cumbre”, estimó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en una entrevista con un diario alemán. Será “el comienzo de un proceso que creará un programa finalizado en 100 días”, pronosticó.
La próxima reunión de mandatarios del G20 debería realizarse en Gran Bretaña a fines de febrero o principios de marzo del año próximo, señaló este viernes el canciller brasileño, Celso Amorím, cuyo país preside este año el Grupo.
Brasil insistirá en la “importancia de relanzar la economía mundial de forma coordinada” y “ese relanzamiento supone una coordinación sobre políticas fiscales de estímulo”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Amorím, tras un encuentro entre el Presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, y el Primer Ministro británico, Gordon Brown.
CONTACTOS BILATERALES
Antes de la cena que ofreció el viernes Bush a los mandatarios del G20, los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Argentina, Cristina Kirchner, mantuvieron una serie de reuniones bilaterales con otros miembros del G20 y con personalidades de la próxima Administración estadounidense.
El Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, dijo que espera que la Cumbre del G20 destaque la necesidad de “un (plan de) rescate financiero para los países emergentes, además de todo lo que hacen los países ricos”.
Otra señal del duro clima económico llegó de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que confirmó que se reunirá de emergencia en El Cairo el 29 de noviembre para responder a la vertiginosa caída de los precios, que el jueves se hundieron a casi 50 dólares el barril, después de haber llegado a casi 150 en julio.
Algunos miembros del cártel como Irán, quieren un nuevo recorte de la oferta para frenar el derrumbe de los precios, pese a que esta decisión podría agravar la desaceleración económica.
Según analistas, la OPEP recortará su oferta en un millón de barriles diarios en El Cairo, que se sumarán al recorte de 1.5 millones de b/d efectuado el 1 de noviembre pasado.
Con casi toda Europa en recesión y el anuncio de una caída de 14.5 por ciento en las ventas de coches europeos en octubre, la presión sobre los líderes mundiales crecía el viernes antes de la Cumbre del G20, que discutirá cómo evitar que la crisis financiera se convierta en una larga recesión.
Las ventas al por menor en Estados Unidos retrocedieron 2.8 por ciento en octubre con relación a septiembre, la baja más fuerte de este índice desde su lanzamiento en su forma actual en 1992, según cifras oficiales.
Pese a las malas noticias, el presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Ben Bernanke, dijo percibir “un comienzo de mejoría” en los mercados de crédito gracias a los esfuerzos de los bancos centrales, aunque reconoció que la situación está lejos de estabilizarse tanto en Europa como en EE.UU.