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La militarización de las gasolineras ha puesto “nerviosos” a los consumidores de gas en Santa Cruz, Bolivia. (LA PRENSA/AFP)

Morales militariza las gasolineras en Bolivia

Dice que es para evitar supuesto contrabando Una aguda escasez de combustibles en Bolivia provocada por el contrabando a países vecinos obligó al Gobierno a desplegar ayer tropas que vigilan las estaciones de servicio y que ya decomisaron 22 vehículos que transportaban carburante ilegalmente. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Luis Trigo, […]

  • Dice que es para evitar supuesto contrabando

Una aguda escasez de combustibles en Bolivia provocada por el contrabando a países vecinos obligó al Gobierno a desplegar ayer tropas que vigilan las estaciones de servicio y que ya decomisaron 22 vehículos que transportaban carburante ilegalmente.

El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Luis Trigo, informó que comenzó a ejecutase el plan Puño de Hierro, que movilizará al menos a 900 efectivos que “cubrirán 417 estaciones de servicio (de venta al público) y 31 plantas distribuidas a nivel nacional”.

En La Paz las estaciones de venta de gasolina y diesel —que junto al queroseno y gas licuado escasean— tienen presencia policial, constató la AFP, mientras que en otras ciudades del país la situación era similar, de acuerdo a imágenes difundidas por varios canales privados de televisión.

La movilización de tropas militares fue dispuesta por el presidente Evo Morales para frenar la aguda escasez de combustibles en todo el país que se hizo patente desde hace varias semanas y amenaza con paralizar el transporte público y la agroindustria privada de Santa Cruz, región que es la locomotora económica del país.

Una producción de gas natural y petróleo estancada, una demanda interna de carburantes en ascenso y un creciente contrabando a países vecinos obligaron al poder Ejecutivo a considerar el comercio ilegal de estos productos como violatorios a una ley antidrogas de la década del ochenta.

El Gobierno razonó de esa manera, aprovechando que el diesel, el queroseno y la gasolina se consideran precursores o insumos para la fabricación de cocaína, actividad en la que Bolivia ocupa el tercer lugar después de Colombia y Perú.

Durante el primer día de acción militar, los uniformados se incautaron al menos 225,000 litros de diesel en la región de Santa Cruz (este) y 22 vehículos fueron capturados en actividades ilegales, según reporte de las Fuerzas Armadas.

INCAUTAN CISTERNAS

Entre estos carros, hay “15 cisternas con capacidades de entre 15,000 y 35,000 litros (cada uno) que han sido incautados para verificar sus requisitos”, declaró Gonzalo Lora, jefe del Departamento VI de Operaciones de las Fuerzas Armadas, citado por el matutino La Razón.

Mientras comenzaba a ejecutarse el plan militar, el presidente Morales aseguró ayer que se ha detectado corrupción en la firma estatal YPF-B en la venta y distribución de combustibles a países vecinos, como Brasil y Perú, donde la gasolina y el gas licuado de petróleo se vende a precios superiores.

“Hemos detectado algunos funcionarios en Yacimientos (YPF-B), algunos responsables de ciertas operaciones en los departamentos vendiendo ilegalmente a los contrabandistas; que sepan que el Gobierno los tiene identificados, que dejen de robar”, afirmó el mandatario.

El mandatario —de origen indígena— también pidió “a mis hermanos del campo, de la región del Altiplano que dejen de llevar el gas en burro, en llama (auquénido andino) de contrabando hacia la hermana república del Perú”.

Por ejemplo, el precio del litro de diesel en Bolivia es de 3.5 bolivianos (50 centavos de dólar) y vendido en fronteras en más de 3 dólares, mientras que el cilindro de gas licuado de petróleo de 10 kg está en 22.5 bolivianos (3.2 dólares) y es negociado hasta en 20 de la moneda estadounidense.

DISCREPANCIA CON OBISPOS

Por otro lado, el Gobierno boliviano admitió “discrepancias” con la jerarquía de la Iglesia católica que esta semana criticó en El Vaticano el proyecto del presidente Evo Morales de refundación de la república con justicia social.

El viceministro de Coordinación Gubernamental, Sacha Llorenti, dijo que al Gobierno le “sorprende estas declaraciones” del cardenal Julio Terrazas, aunque aclaró que su opinión “no es un ataque a la fe católica, sino que tenemos discrepancias con algunos jerarcas”.

Terrazas —que visitó esta semana al Papa Benedicto XVI junto a varios obispos bolivianos— expresó sus dudas por el proyecto de Morales de “refundar” la república, porque supuestamente carece de argumentos “para construir juntos una Bolivia para todos”.

Llorenti quedó desazonado por las apreciaciones de Terrazas.

Internacionales

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