Los partidos políticos exigieron ayer la renuncia del presidente del Congreso, Eduardo Meyer, luego de que no se logró la restitución de los fondos del Legislativo, invertidos en una casa de bolsa.
“Es una cuestión de carácter político, a él lo asiste la ley, pero nosotros consideramos que no es digno de seguir dirigiendo el Congreso… él era el único responsable de los manejos financieros”, dijo ayer el jefe de bancada del partido oficial, Mario Taracena.
El Legislativo se encuentra inmerso en un escándalo financiero, cuando en junio se descubrió que personal de confianza de Meyer trasladó 82.8 millones de quetzales (unos 11.2 millones de dólares) a una casa de bolsa.
La inversión, calificada por los diputados como riesgosa, invirtió el dinero en mercados de futuros como petróleo, café y euros.
Además, según la ley de la Contraloría General de Cuentas, los ahorros de las distintas instituciones públicas deben estar depositados en el Banco Central.
también el fiscal
Meyer dijo que analizará durante el fin de semana la solicitud hecha por los representantes de los partidos políticos, pero se declaró inocente y señaló que los únicos responsables son el ex director financiero y su secretario privado, que ahora se encuentran prófugos.
También se encuentra prófugo el gerente general de la casa de bolsa (Raúl Girón), quien se había comprometido a devolver el dinero el pasado 31 de julio, sin que esto se concretara.
Ahora el Congreso busca la forma para recuperar sus ahorros que, según el superintendente de bancos, Edgar Barquín, se encuentra invertido en mercancías en Estados Unidos.
Los legisladores también emplazaron al recién juramentado fiscal general José Amílcar Velásquez Zárate, para que informe sobre el paradero de Girón, contra quien se giró una orden de captura. Si no lo encuentran los diputados pedirán la destitución de Velásquez.