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Una sola voz. Los sectores sociales que marcharon ayer en Managua fueron diversos, pero a todos los unió el reclamo contra el Gobierno de Daniel Ortega, que estiman encarece la vida. (LA PRENSA/G. MIRANDA)

Otra megamarcha

Sociedad civil muestra músculo [doap_box title=”Sandinistas se corrieron” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”] Entre las ocho y las diez de la mañana, grupos dispersos de simpatizantes sandinistas se concentraron en diferentes puntos de Managua, incluyendo la Rotonda Rubén Darío, donde pasaría la marcha ciudadana. Por lo que se temían provocaciones o enfrentamientos con los marchantes. Sin embargo, los […]

  • Sociedad civil muestra músculo
[doap_box title=”Sandinistas se corrieron” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”]

Entre las ocho y las diez de la mañana, grupos dispersos de simpatizantes sandinistas se concentraron en diferentes puntos de Managua, incluyendo la Rotonda Rubén Darío, donde pasaría la marcha ciudadana. Por lo que se temían provocaciones o enfrentamientos con los marchantes.

Sin embargo, los organizadores de la marcha insistieron antes y durante la marcha que ninguno respondiera a las provocaciones sandinistas, que no ocurrieron porque cuando la marcha pasó por esa rotonda a las 11:30 de la mañana, los simpatizantes rojinegros se habían marchado.

Un policía, de los 300 que resguardaron la marcha, afirmó que aquellos se retiraron por su cuenta y no fue la Policía la que los retiró para evitar conflictos.

No a la indiferencia

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Por tercera vez, diversos sectores sociales reclaman derechos y respeto

Varios líderes políticos, artistas y personajes del país, participaron en la marcha. Pero otros más estuvieron ausentes. El sacerdote católico Neguib Eslaquit, de Carazo, participó por tercera ocasión en estas convocatorias y exhortó a la cúpula empresarial y políticos ausentes a no ser indiferentes con la pobreza que sufre la mayoría y ser consecuentes con su compromiso por la democracia.

La sociedad civil en la oposición, cuya existencia niega el presidente Daniel Ortega, ayer sumó nuevamente a miles de personas en las calles de Managua. Diferentes sectores sociales marcharon por tercera vez en menos de un mes con sus demandas particulares y una sola exigencia común: que el mandatario y sus aliados respeten la democracia, cesen el reparto de las instituciones públicas y desarrollen políticas efectivas para combatir la carestía de la vida y el aumento del hambre. La marcha inició a las 11:00 de la mañana, con dos horas de retraso, porque los buses que venían de los departamentos tuvieron obstáculos para salir de las ciudades e ingresar a la capital, según denunció la Coordinadora Civil que encabezó la convocatoria de la protesta.

La marcha partiría a las 9:00 de la mañana desde los semáforos del kilómetro 4 y medio de la Carretera a Masaya, el mismo punto donde inició la caminata anterior del pasado 27 de junio.

Pero a diferencia de aquella, unos diez minutos antes de la hora fijada, los grupos reunidos para ésta eran pocos y dispersos y entre los periodistas se comentaba la visible merma, mientras los organizadores animaban a los concentrados y los transeúntes. Una hora después, la vía comenzó a llenarse con la llegada de los miembros de diversos sectores sociales y delegaciones departamentales, principalmente del suroriente del país.

Una hora más tarde inició la marcha y el gentío cubría desde esos semáforos hasta la Rotonda Rubén Darío, ubicada al costado noreste del Centro Comercial Metrocentro.

La enlace nacional de la Coordinadora Civil, Georgina Muñoz Pavón, celebró que la marcha tuvo una “convocatoria exitosa” que concentró a “un mar de gente”, a pesar de que varios buses procedentes del norte y el occidente del país no lograron entrar a la capital.

Según Muñoz, a Managua ingresaron 135 buses, pero otros 250 de éstos no lo lograron.

En la marcha participaron también el Movimiento por Nicaragua (MpN), el Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), la Fundación Provoto, la Juventud Nicaragüense, entre otras.

HUMOR ESTUVO A LA ORDEN

El humor fue el ingrediente principal de la marcha. Desde un hombre vestido de payaso cargando un letrero que decía: “No más payasada señor presidente del pueblo, sus payasadas nos hacen llorar”, hasta jóvenes coreando y bailando la adaptación de la cumbia “Se va el caimán (Ortega), se va para Venezuela”, estrenada en la marcha del 27 de junio convocada tras la que el 20 del mismo mes hicieron dos partidos políticos.

También un hombre con una máscara de diablo y un bandera rojinegra avanzaba a paso lento entre la multitud, que gritaba: “¡Qué se vaya!”, “¡Basta ya!”, “¡Democracia sí, dictadura no!”, “¿Quién dijo miedo?”

El catedrático Diego Montiel portaba una pancarta que decía: “Magistrados mi perro te regala un ejemplo de lealtad y honorabilidad”, mientras llevaba con una cadena a su mascota.

Montiel aseguró que él ha participado en todas las marchas porque ya la población está cansada de que el Gobierno no resuelva los problemas del país.

“Mi perro es fiel, aunque ellos los magistrados tienen una idea de fidelidad al pacto que no es más que ver por sus intereses personales”, ironizó.

Igual, un grupo de jóvenes universitarios coreaban canciones contra Ortega, que prepararon ellos mismos y gritaban: “Que (Ortega) se vaya, pero que se vaya ya”.

Además, asistieron pobladores de distintas partes del país, entre ellos de Mulukukú, que portaban carteles en contra de la suspensión de las elecciones en la Costa Caribe Norte.

También algunos portaron pancartas contra la acusación que presentó la Fiscalía contra 39 personas por el caso de los Cenis, porque, según expresaron, esa es “una presión política”.

En una de las pancartas que se distinguió, se leía: “Rigoberto (López Pérez, el poeta que disparó contra el dictador Anastasio Somoza García) regresá …”.

Contra esas personas la multitud también gritaba: “La Chayo, el trompudo (Ortega) y Alemán, de que se van, se van, y si no se van, los sacamos”. Y otros les respondían: “Acuérdense cómo le fue a Somoza”.

La marcha concluyó con una proclama leída por un representante de las organizaciones de defensa de los derechos y oportunidades de los discapacitados y un concierto de los hermanos Mejía Godoy.

La proclama reclamó que “la sociedad civil somos todos los y las nicaragüenses”, no sólo los sandinistas como aseguró Ortega la semana pasada en un acto público en Jinotepe, Carazo. También, exigió transparencia, igualdad, pluralismo y diálogo.

MEDIOS OFICIALES NO TARDARON EN DESCALIFICAR

Pero a pesar de la concentración masiva y la picardía derrochada, el Canal 4 de televisión, afín al Gobierno y dirigido por los hijos del matrimonio Ortega-Murillo no perdió tiempo en minimizar la convocatoria de la marcha y descalificar a los ciudadanos que asistieron a ella, en una cobertura a cargo de dos de sus equipos periodísticos.

Antes del altercado que protagonizó un equipo de ese Canal con los hermanos Mejía Godoy, otro equipo del mismo Canal filmaba tras la tarima central donde concluyó la marcha, a las personas que comenzaban a dispersarse luego de la caminata.

El boletín electrónico de noticias Informe Pastrán, citó el reporte de la marcha presentado por el Canal 4, según el cual la protesta de ayer “fue una manifestación de la derecha que sufrió un rotundo fracaso”.

“La marcha derechista fue un fracaso porque la población rechaza la marcha financiada por Estados Unidos. Participaron (…) los corruptos que le robaron 600 millones de dólares a Nicaragua. Es la derecha, la oligarquía, disfrazada de sociedad civil financiada por Estados Unidos que quiere demostrar que tienen fuerza, y no es así porque detrás están partidos extintos. Esta fue una pantomima de derechistas vestidos de civilismo”, recopiló del Canal 4, el citado boletín de noticias.

El mismo informativo citó a Gustavo Porras, diputado sandinista y secretario del Frente Nacional de Trabajadores (FNT), afín al Gobierno y vicecoordinador de los Consejos del Poder Ciudadano (CPC) que dirige Rosario Murillo.

Para Porras, en la marcha de ayer participó una minoría, y si se logró convocatoria fue porque según él “hay mucho dinero de los Estados Unidos y países europeos” que financian ese tipo de actividades “como parte de una estrategia de la oligarquía, porque ellos defienden el Estado de Derecho del neoliberalismo”.

PIQUETES MINÚSCULOS

Además de las concentraciones tempranas en la ruta de la marcha, los sandinistas hicieron otros pequeños piquetes a la protesta ciudadana.

Mientras las delegaciones se concentraban para la caminata, un hombre a bordo de una camioneta Toyota Hilux doble cabina y de color blanco cruzó la calle Cardenal Miguel Obando y Bravo en dirección oeste-este agitando una bandera rojinegra desde la ventana.

Pero otro de los ciudadanos concentrados se la arrebató y la rajó frente a él, que se marchó sólo con el portabandera.

Horas después, cuando pasaba el mediodía y la marcha avanzaba por el Centro Comercial Plaza Inter, un motociclista con una bandera rojinegra cruzó la callejuela que conduce al Hotel Crowne Plaza y los marchantes le gritaron que si portaba tan orgulloso esa bandera era porque a él Ortega no lo obligaba a comer salteado.

En cambio, las muestras de apoyo fueron mayores. Así, durante el recorrido de la marcha que concluyó casi a la una de la tarde frente a los semáforos de la Asamblea Nacional, varios empleados de las empresas ubicadas en la ruta aprovecharon su tiempo de almuerzo para saludar la marcha.

“Vengan a protestar también, que con este Gobierno no vamos a poder comer por mucho más tiempo”, gritó una señora a un hombre que saludaba mientras almorzaba de pie en el andén de una empresa de pinturas.

Las fuerzas entre los simpatizantes y los opositores al Gobierno también se midieron con la presencia de estudiantes.

La concentración que mantuvieron los sandinistas en la Rotonda de Metrocentro, antes del inicio de la marcha, incluyó a estudiantes uniformados, pero sin insignia, que se identificaron como alumnos del Colegio Benjamín Zeledón, del barrio El Recreo, que supuestamente asistían con consentimiento del director de ese centro.

Pero otros estudiantes de secundaria también participaron en la marcha, convocados por la Comisión Nacional de Jóvenes de la Coordinadora Civil.

De hecho, la marcha fue encabezada por una banda escolar, pero —a diferencia de los estudiantes con banderas rojinegras— éstos prefirieron no identificarse. El coordinador de la banda sólo dijo que llegaron desde Ciudad Sandino, pero que no dirían el nombre del centro por temor.

Ese temor también lo compartieron los maestros presentes en la marcha, que protestaron por mejores salarios, exigieron una educación de calidad y sostuvieron que el Gobierno les presionó con la convocación de talleres de capacitación obligatorios para que no asistieran a la caminata civil.

POSTALITA LIBERAL DESDE LA COMODIDAD

Luego de las seis de la tarde, el vocero nacional del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y candidato a primer concejal de Managua por la Alianza que encabeza ese partido, Leonel Teller, envió por correo electrónico un comunicado de prensa celebrando el éxito de la marcha en la que ninguno de los destacados miembros de ese partido ni sus diputados participaron.

“El Partido Liberal Constitucionalista, como partido mayoritario de oposición y garante de la democracia, celebra la marcha cívica de diferentes sectores socioeconómicos y gremiales de la sociedad nicaragüense en protesta a las políticas erráticas e incapacidad para gobernar del gobierno sandinista que preside Daniel Ortega Saavedra”, decía el comunicado firmado por Teller.

Además, dijo que ese partido respalda la propuesta de un diálogo nacional “para fortalecer la democracia y encontrar soluciones de mediano y largo plazo al desempleo abierto, el subdesempleo, la crisis energética, la falta de financiamiento y asistencia técnica para la producción en la ciudad y el campo, el déficit habitacional, el salario mínimo, entre otros”.

Otros políticos disidentes y críticos a la cúpula del PLC, como su diputado en la Asamblea, Enrique Quiñónez y miembros y simpatizantes de los cancelados Partido Conservador (PC) y Movimiento Renovador Sandinista (MRS) que participaron y celebraron la marcha, también propusieron un diálogo nacional.

En los departamentos, los manifestantes se concentraron desde temprano para participar en la marcha, como en León y Chinandega de donde salieron 18 buses con el resguardo de una patrulla de la Policía.

Sin embargo al llegar a Managua, se encontraron con algunas “trabas” aparentemente para hacerlos desistir de que llegaran a la marcha.

(Colaboraron los corresponsales Danilo Cortez, Eddy López, Roberto Mora, Ramón Villarreal y Lucía Vargas)

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