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La enfermera Valia Cherveniachka se abraza con un familiar tras descender en Sofía de un avión del Gobierno francés. Atrás caminan varias de sus cuatro colegas. (LA PRENSA/AFP/B. KATSAROVA)

Enfermeras búlgaras libres

Terminan 8 años de prisión en Libia [doap_box title=”“Fuimos torturadas en Libia”” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”] Una de las cuatro enfermeras búlgaras liberadas junto al médico de origen palestino, denunció que fue torturada en la cárcel libia hasta que la obligaron a confesar que había contagiado a niños con el virus del sida, en unas declaraciones al […]

  • Terminan 8 años de prisión en Libia
[doap_box title=”“Fuimos torturadas en Libia”” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”]

Una de las cuatro enfermeras búlgaras liberadas junto al médico de origen palestino, denunció que fue torturada en la cárcel libia hasta que la obligaron a confesar que había contagiado a niños con el virus del sida, en unas declaraciones al canal de televisión italiano SkyTG24.

“Tras ser detenida, me trataron de una manera horrible, me pegaron, me dieron puñetazos y torturaron con la electricidad, me colocaron electrodos en las manos, hasta que me obligaron a confesar”, explicó la enfermera Valentina Siropulo.

“Yo soy completamente inocente. No se porqué la policía me eligió a mi para esta acusación. Estos ocho años en la cárcel han sido muy duros y larguísimos, ahora sólo quiero olvidar”, dijo. (EFE)

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Un drama de más de ocho años que involucró a 438 niños libios infectados de sida, a seis trabajadores médicos y largas e intensas negociaciones diplomáticas, llegó el martes a su fin.

Cinco enfermeras búlgaras y un médico búlgaro de origen palestino, visiblemente fatigados tras ocho años y medio en las prisiones libias, fueron recibidos con júbilo y lágrimas por sus familiares en el aeropuerto de Sofía, la capital de Bulgaria, luego de bajar de un avión dispuesto por el Gobierno francés.

Las cinco enfermeras búlgaras y este médico habían sido condenados a muerte en Libia.

Ellos eran acusados de haber inoculado el virus del sida a 438 niños libios, de los cuales 56 murieron. Su pena capital fue conmutada y convertida en prisión perpetua, lo que hizo posible su extradición, pedida por Bulgaria.

Como regalo de bienvenida, el Presidente búlgaro, Gueorgui Parvanov, indultó a los seis, reiterando “la convicción categórica de su inocencia”.

“Sólo he vivido para este momento”, declaró llorando la enfermera Snejana Dimitrova, de 54 años. Con ojeras, cabellos grises, esta mujer agotada se lanzó a los brazos de su hijo Ivailo y de su hija Paulina, diciendo: “Soy inocente, nunca fui condenada”.

“Ahora sí creo”, dijo su hijo Ivailo, quien después de muchas decepciones, declaraba que sólo podría creer en la liberación de su madre el día en que la viera y abrazara.

A su lado, Valentina Siropoulo, de 48 años, se reencontraba con su hijo, a quien dejó como estudiante de secundaria al partir a Libia en los años 1990 y quien ahora está en la universidad.

“¡Estoy en Bulgaria, la gran Bulgaria!”, exclamaba el médico de origen palestino Ashraf Jumaa Hajuj, recientemente naturalizado búlgaro.

La familia de este hombre que fue procesado en Libia, emigró a Holanda. Ashraf, quien compartió durante ocho años la suerte de las enfermeras, adoptó finalmente la nacionalidad búlgara para beneficiarse del acuerdo búlgaro-libio que hacía posible su liberación.

Las familias que esperaron toda la noche en el aeropuerto la llegada de sus seres queridos entre esperanza y desesperación, corrieron para ver a las cinco mujeres a su salida del avión.

Las dos hijas de unos veinte años de Valia Cherveniachka, de 55, rodearon a su madre y no dejaban que se acercara nadie.

Con una bella falda roja, la madre de Kristiana Valtcheva, Zorka Anatchkova, quiso abrazar a cada una de las enfermeras. “Las amo a todas, vivieron juntas una gran desgracia”, dijo.

“Fuimos informadas de nuestra liberación a las cuatro de la madrugada. A las seis cruzamos la gran puerta de la prisión de Djudeida. No sentía nada. Incluso ahora estoy como en un sueño”, declaró Kristiana Valtcheva, de 48 años.

Los papeles desempeñados por Francia y la esposa del Presidente francés, Cecilia Sarkozy, así como también por las presidencias británica, alemana y portuguesa de la Unión Europea, fueron destacados por la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner.

ARREGLO NEGOCIADO

La Unión Europea afirmó el martes que la liberación de las enfermeras y el médico búlgaros abre una “nueva era” en las relaciones con Libia.

La Comisión Europea no dio precisiones, en cambio, sobre el aspecto financiero del acuerdo, aunque parece haberse comprometido a encontrar 461 millones de dólares para reembolsar las compensaciones entregadas a las familias de los niños infectados con el virus del sida, origen del drama internacional.

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