Aún con el debate que han originado los movimientos de los Leones y el Bóer en los últimos días, vamos rumbo a una de las Finales que más entusiasmo deben provocar entre los fanáticos.
Y la razón es sencilla: va el Bóer, el equipo que más reacciones provoca —a favor y en contra— y los Leones, la tropa con la etiqueta de ser la más brava en la historia del beisbol nacional.
Agreguen a eso la enorme rivalidad que se ha cultivado entre las barras de estos dos clubes, y tendrán el mejor escenario posible para disputar el título.
—¿Qué chance tiene el Bóer de prevalecer?
Tiene una buena oportunidad. Todo equipo que dispone de pitcheo profundo —y el Bóer lo tiene— cuenta con muchas posibilidades de imponerse.
—¿Es este Bóer un trabuco o buen equipo?
Es un buen equipo. Trabuco no es. Un trabuco no tiene huecos y junto a su pitcheo profundo, dispone de una batería potente y una defensa sin grietas.
—¿Cuáles son los agujeros del Bóer en este momento?
No hay brazos en su outfield y con excepción de Sandy Moreno, tampoco hay cobertura amplia. El infield necesita a alguien tipo Edgard López para capitalizar los doble plays.
—¿Qué otro aspecto del Bóer causa inquietud?
Han ensayado con varios primeros bates —Jimmy González, Evert Cabrera, Sandy y Dwight Britton— y uno tiene la sensación que la búsqueda continúa.
—¿El staff actual es el mejor que el Bóer ha tenido?
Sí lo es por su profundidad. En los noventa se contó con Omar Ajete, Carlos Mesa y Alberto Torres Chacón.
—¿Y después? Ahora tienen a Miguel Pérez, Julio Raudez, Juan Figueroa, Miguel Gómez y Melvin Nieves.
—¿Entonces, van sólo a traerla ante León?
De ninguna manera. Hay que irse a sudar fuerte para vencer a León, que también tiene otro formidable equipo, del cual vamos a hablar mañana.