- La Virgen María es la máxima inspiración de fe de los cristianos católicos
Tomado de ZENIT.org
Mayo es el tiempo para redescubrir la grandeza de la Virgen María, modelo de madre y maestra en la vida cristiana.
Para el sacerdote Hans Bendixen, director de Radio María, la Virgen es la expresión de amor más fiel que se ha manifestado en la humanidad, el principal puente para llegar a Jesús de Nazaret, el Salvador del mundo.
“A la Virgen María se le venera, se le ama. Pero también tenemos algo muy importante: nosotros tenemos que amar a María antes de amar al Señor. ¿Por qué? No puedes conocer a Jesús si no conoces a su madre (…) entonces, la importancia de María para los hombres es que nos lleva a Jesús”, explicó Bendixen.
Explicó que la persona que no ama el corazón de María no puede amar al Señor. “Yo no puedo amar a Jesús de todo corazón si no conozco al autor de la vida humana que es María, aunque es obra del Espíritu Santo, pero (María) es la Madre del Señor”, afirmó el padre Hans.
Por otro lado, el guía espiritual recordó a los católicos que María es un modelo de esperanza para las familias del mundo. Aseguró que es importante amar a Cristo con el corazón de María, y aclaró que “tú puedes llegar a Jesús en la oración, pero la oración es más bella cuando la oración se la ofreces a María y Ella se la ofrece a Jesús”.
EXHORTACIÓN DEL PAPA
Benedicto XVI ha propuesto a los creyentes hacer de mayo un período para redescubrir el papel de la Virgen María, “madre y maestra” en la vida cristiana.
Recordando que tras la resurrección de Cristo los apóstoles se reunían con la Madre de Jesús, el Papa dijo que María fue para ellos “madre y maestra, papel que sigue desempeñando con los cristianos de todos los tiempos”.
“Cada año, en el tiempo pascual, vivimos más intensamente esta experiencia y quizá precisamente por este motivo la tradición popular ha consagrado a María el mes de mayo, que normalmente cae entre Pascua y Pentecostés”, consideró el Santo Padre.
El Papa Benedicto XVI inició el pasado lunes el mes de mayo, visitando por la tarde el santuario del Amor Divino, situado cerca de Roma, para rezar el Rosario.