Luis Felipe Palacios
El jefe del Ejército de Nicaragua, Javier Carrión McDonough, y el jefe de la Policía Nacional, Edwin Cordero Ardila, aseguraron ayer por separado que las instituciones que dirigen no intervendrán en la crisis política que se ha generado entre el Ejecutivo y Legislativo, producto de las reformas constitucionales.
Mientras el general Carrión desmintió una alerta roja en la institución, el primer comisionado Cordero sostuvo que “la inestabilidad es política y la tienen que resolver los políticos”.
LA REUNIÓN CON BOLAÑOS
Tanto Carrión como Cordero confirmaron que se reunieron este sábado con el presidente Enrique Bolaños, tras una comparecencia pública en la que el mandatario defendió la resolución de la Corte Centroamericana de Justicia que mandó a detener la aprobación de la reforma parcial a la Constitución, que restringirán facultades al Ejecutivo.
Ambos afirmaron que en ningún momento Bolaños les pidió apoyar un estado de emergencia que pueda decretar, más bien “intercambiaron criterios sobre la situación general del país, y de la situación particular de las regiones”.
“No hubo ninguna orientación particular del señor Presidente, más sin embargo estamos atentos a la resolución de la crisis política”, dijo el jefe militar, quien opinó que “en el camino del diálogo estará la solución a esta problemática”.
“Abordamos el problema político que existe y pensamos que lo tienen que resolver los políticos”, insistió Cordero, quien también coincidió en que el diálogo “es la única salida a esta crisis política”.
ANALIZAN CAMPO INTERNACIONAL
Carrión dijo que Bolaños también les explicó “todas las consideraciones del Gobierno en el campo internacional, con la CCJ, el respaldo de la OEA”, sobre el tema de las reformas constitucionales.
Cordero dijo, además, que el mandatario los llamó para plantearles que existe una crisis política “y que en todo momento él (Bolaños) va a mantener su posición de continuar hasta el final, para el diálogo y para garantizar que esta crisis se resuelva”.