- La estocada de Bernie, fue decisiva
Edgard Tijerino
Algo de lo que queda de Kevin Brown fue lo suficiente durante seis entradas, para inutilizar el impulso en casa de los Gemelos de Minnesota, y asegurar la segunda victoria de los Yanquis por 8-4.
Si tratamos de fijar un batazo decisivo, la escogencia es fácil: esa línea eriza-pelos de Bernie Williams hacia las tribunas del jardín derecho en el inicio del sexto que encontró a Hideki Matsui circulando.
Con el marcador 3-1 a favor de los Yanquis en ese momento, el batazo de Bernie que agregó dos carreras, estableció una diferencia espanta-fanáticos en el siempre ruidoso Metrodome. Los Yanquis no se detuvieron, continuaron volcando su furia, y un hit de Derek Jeter, empujador de Jorge Posada y John Olerud, amplió la ventaja 7 por 1.
Poco faltó para que en la pizarra apareciera el letrero “Nos vemos mañana”, cuando en el techo del séptimo, Matsui conectó un batazo hacia lo profundo del jardín central que Torii Hunter persiguió como león hambriento tras un filete, y luego de realizar una atrapada merecedora de ser incluida en el show del famoso Circo del Sol, perdió la pelota, al golpear su muñeca izquierda con un tubo metálico instalado sobre la verja. Jonrón de Matsui.
¿Qué discutir con el marcador 8-1?
Paul Quantrill entró por Brown en el cierre del séptimo, cuando ya todo estaba consumado y sacó dos outs del octavo antes de entregarle la pelota a Félix Heredia. Golpes consecutivos a Corey Koskie y Lew Ford sin out en el noveno, alarmaron a Joe Torre, quien llamó de inmediato a Tanyon Sturtze. Los Gemelos tuvieron aliento para tres carreras mas, pero Mariano Rivera volvió a funcionar como sepulturero.
El juego tuvo un inicio alentador para los Gemelos. Jacque Jones, con el conteo en 2 y 2, se voló la cerca del left-center contra Brown en el fondo del primer inning.
Pero Minnesota no pudo hacer algo más frente al veterano derecho que cumplirà 40 años en marzo, y que es un artista del sinker. Brown utilizó 84 lanzamientos y con sólo un ponche, supo manejar dificultades fabricadas por 8 imparables.
Los Yanquis contragolpearon en el segundo inning con dos outs y bases limpias, un buen momento para que los aficionados en el Metrodome, se levantaran a comprar hot dogs sin preocupación.
¡QUE VA!
Jorge Posada y John Olerud dispararon hits consecutivos contra el venezolano Carlos Silva, y Miguel Cairo, asestó una oportuna estocada para equilibrar el marcador. Kenny Lofton siguió con otro hit y al anotar Olerud, los Yanquis se encaramaron 2-1. El encendido Jeter contribuyó con otro hit productor, y la diferencia se amplió 3-1.
Después de un doble abridor de Gary Sheffield en el tercero, Silva sacó out a los siguientes diez yanquis, fajado con Brown, el viejo zorro que apretaba tuercas cuando las circunstancias lo exigían.
La arremetida del sexto iniciada con el jonrón de dos carreras de Bernie Williams, empujó a los Gemelos a la orilla de la fosa.