Elmer Ramírez
Una de las últimas encuestas aprueba el papel positivo de la Iglesia y los medios de comunicación; la empresa privada aparece con buen punteo en el tercer lugar respondiendo la opinión popular por el esfuerzo particular de cada uno de estos sectores. Qué bueno por la Iglesia, pues dos o quizás tres años atrás había salido mal parada por alguna que otra posición que resintió al pueblo católico en general. De los medios de comunicación se aprecia que es el sector más sistemático en combatir la injusticia, indiferencia y corrupción.
No ha cesado en buscar la prensa en general la objetividad de la noticia para ser un verdadero termómetro del acontecer nacional, y a pesar de las amenazas deliberadas venidas de los bandos en cuestión que lesionan los intereses de la sociedad y el pueblo, su fortaleza crece y entusiasma a los miles de testigos que se informan a diario.
Luego de estos primeros sectores encuestados viene un acelerado declive en contra de las instituciones que se han visto diezmadas por sus medidas desatinadas y que ponen una vez más en entredicho la credibilidad de las mismas, pues todavía no se avizora una respuesta que le dé aires de libertad e independencia o al menos que se empiece a considerar un proyecto de nación.
El fenómeno que debemos estudiar es esa convicción popular de votar como hábito indispensable por la opción caudillista de los representantes acreditados en cada uno de los partidos representativos, contra esto es demasiado difícil luchar, en tanto la decisión nace y se concreta en los votos mayoritarios de los votantes.