- Cuba llora por Iván Pedroso
AP
PARIS.- México ya puede presumir de laureles en el atletismo que van más allá de su escuela de marchistas.
Ana Guevara, su “gacela sonorense” se proclamó el miércoles campeona mundial de los 400 metros, para convertirse en la primera mujer de México en subir a los más alto del podio de la cumbre máxima del atletismo.
Cuba, en cambio, tuvo una jornada triste.
Iván Pedroso, su campeón de siempre en el salto en largo, tuvo que abandonar su objetivo de un quinto título consecutivo tras lesionarse el tobillo izquierdo, al caer mal en un salto de la ronda de clasificación.
Y la República Dominicana, con Félix Sánchez marchando como locomotora, ya está palpitando un segundo gran momento de gloria, luego que su campeón en los 400 con vallas pasó fácilmente a la final de la distancia, en la que busca revalidar su corona.
Hasta la fecha, los marchistas Ernesto Canto y Daniel García eran los únicos mexicanos que se habían colgado preseas doradas en sus pechos, ambos en la caminata de 20 kilómetros. Canto lo hizo en Helsinki 1983 y García en Atenas 1997.
Pero Guevara, que en el deporte empezó en la práctica del básquetbol, incrustó su nombre entre las grandes, con una victoria inapelable con registro de 48.89, dejando atrás a la jamaquina Lorraine Fenton (49.43) y a la senegalesa Amy Mbacke Thiam (49.95).
Guevara revirtió los papeles con respecto al mundial de Edmonton hace dos años, en donde salió con el bronce. Esa vez, Mbacke fue la campeona y Fenton quedó segunda.
Pero desde entonces Guevara ha sido la reina indiscutible, con una impresionante racha de 24 victorias y a la mexicana sólo le faltaba certificar con el pergamino de un título mundial su innegable clase.
“Es un privilegio ser la número uno del mundo”, dijo Guevara. “Hoy es un gran día para México”.
Con 30 años encima, Pedroso vivió la amargura de tener que abandonar una competencia en la cual había sido rey desde 1995 en Gotemburgo.
Sin poder contener el llanto, Pedroso dijo que simplemente su pie lesionado le impidió seguir’’.
“No podía, me dolía mucho, no podía”, indicó.
Sánchez, quien hace dos años salió de la nada para entreverarse en la élite del atletismo, hizo gala de su maestría para avanzar a la final, pero advirtió: “Para ganar el oro tendré que dejar todo de mí”.
“No podré titubear ni un segundo”, dijo el dominicano tras ganar su serie eliminatoria con un tiempo de 48 segundos con 16 centésimas, el mejor de la fase semifinal.