- En sólo un año —entre mayo de 2002 y mayo 2003—, abrieron en San José cinco restaurantes de comidas típicas nicaragüenses
Patricia LeitónDiario La Nació[email protected]
COSTA RICA.- El primero se abrió el 30 de mayo de 2002 (Día de la Madre en la nación del norte), fue el Rincón Nicaragüense. De los socios y trabajadores de este restaurante nacieron los otros cuatro.
El fundador del Rincón Nicaragüense fue Carlos Prado, empresario de ese país, dedicado a la consultoría en construcción, junto a su compatriota Elizabeth Vivas, quien era la cocinera, y la tica Patricia Jiménez, según relató Vivas.
Prado y Vivas se separaron como socios, y esta última fundó, junto a su esposo, Bismark Espinoza, su propio restaurante: Sabor Nicaragüense. Éste abrió las puertas el 3 de octubre de 2002.
El negocio resultó tan bueno, que Prado abrió un segundo restaurante el 28 de noviembre de 2002, en el Paseo de los Estudiantes.
Prado luego pasó el negocio a manos de su esposa (Virginia de Prado), a sus nueras (Raquel Miranda y Ana Martínez) y al administrador, Aníbal Martínez, según explicaron Miranda y Martínez.
Vivas también abrió un segundo negocio el 17 de mayo de 2003. Con éste son tres los restaurantes que tiene Vivas, pues ya había fundado uno en La Carpio, hace nueve años.
Sin embargo, allí no termina la historia. La cajera del Rincón Nicaragüense, Maritza González, tica casada con un comerciante nicaragüense (Alex Cano Téllez), decidió abrir su propio negocio casi al frente del lugar donde trabajaba.
Ese nuevo restaurante se llama Fritanga El Güegüense, nombre de un baile típico de Nicaragua.
IMÁN PARA TICOS
Además de atraer a los nicaragüenses que viven en Costa Rica, los restaurantes también llaman la atención de los ticos.
Los entrevistados coincidieron en que por lo menos la mitad de sus clientes son costarricenses.
“Sábados y domingos recibimos un promedio de 350 personas, y entre semanas vienen entre 150 y 170 clientes por día”, comentó la dueña del Sabor Nicaragüense.
Vivas hizo una alianza publicitaria con el Banco Nacional, de manera que el mismo folleto que contiene el menú, también incluye los costos de enviar dinero a Nicaragua.
“Es un buen negocio. La idea original era, además de dar a conocer la comida típica, romper el tabú de que ésta era fea”, comentó el administrador del Rincón Nicaragüense.
Martínez comentó que, como ejemplo, el lunes dos de junio vendieron 263 platos.
Vivas y Martínez comentaron que tienen planes para abrir más restaurantes.
Hasta ahora, los cinco negocios generan empleo para 25 personas: 23 nicaragüenses y dos ticos.
Una de las comidas más apetecidas es el baho (entre 800 y 1,150 colones, alrededor de dos y tres dólares). Los precios, en general, no son caros. Con unos 1,500 (3.20 dólares) una persona puede almorzar a gusto.
DE TODO
Baho, vigorón, indio viejo, nacatamal, chancho con yuca, sopa borracha, pinolillo y semilla de jícaro son algunas de las nuevas comidas y bebidas que andan en la boca de más de un tico. Son las comidas típicas nicaragüenses, un tipo de negocio en auge en Costa Rica.
Algunos dueños tienen más de un restaurante, y la mayor parte de los propietarios son mujeres.
El público meta de estos negocios no son sólo los nicaragüenses que viven aquí, sino también los costarricenses, a los cuales los atrajo la novedad de esta oferta.
Los precios ni son altos. Con 1,200 (tres dólares) una persona puede comprar un almuerzo que incluye un baho, uno de los platos más apetecidos, y pinolillo.
APETITO RECÍPROCO
Estos nuevos negocios se suman a otras inversiones que tienen los nicaragüenses en Costa Rica, especialmente en el sector financiero.
Los empresarios ticos, por su parte, también tienen negocios en Nicaragua.
Según un estudio del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, en el 2002 había 42 empresas costarricenses que realizaban operaciones en el vecino país.
En Costa Rica hay importantes inversiones de nicaragüenses. Una de las más sobresalientes es la de Carlos Pellas Chamorro, accionista mayoritario del Banco San José, según confirmó el gerente de la entidad, Gerardo Corrales. El empresario también preside el Grupo Financiero BAC, Banco de América Central, que reúne una red de bancos en Centroamérica.
Otro ejemplo es Roberto Zamora, dueño del Grupo Financiero Lafise.
La Nación conoció de inversiones de nicaragüenses en otros bancos y en empresas nacionales; sin embargo, los jerarcas de las firmas no las confirmaron, y la información sobre los dueños de los bancos no es pública en la Superintendencia General de Entidades Financieras.