- Especialista asegura que aunque es más costoso, garantiza mayores niveles de productividad
- El 89 por ciento de los campesinos usa variedades criollas
Luis Eduardo Martínez M.CORRESPONSAL /[email protected]
La mayoría de productores de maíz en Nicaragua siembran una o dos manzanas de este rubro y dependen casi por completo de esa cosecha. Una parte es para el consumo familiar, otra porción para la venta y casi siempre se dejan unas 30 libras que usarán para la siembra para la siguiente temporada.
Es costumbre para los pequeños productores, escoger las mazorcas más grandes para de allí obtener las semillas que usarán en la próxima siembra. Es por eso que la llamada semilla criolla forma parte de la cultura campesina.
Róger Urbina Algaba, del Proyecto de Mejoramiento de Semillas (Promesa), explicó que las variedades criollas se caracterizan por ser de ciclo vegetativo corto y se encuentran en la faja del Pacífico de Nicaragua.
Dijo que en la zona norte del país, erróneamente se le llama criollas a las semillas “derivadas de variedades híbridas o mejoradas que fueron introducidas hace mucho tiempo, que le gustaron al agricultor y que éste las ha venido perpetuando por generaciones”.
Entre las variedades criollas mencionó al viejano, pujagua blanco, pujagua morada, diente de perro y olotillo, entre otras.
La semilla criolla es un grano hermoso, agradable a la vista y de buen sabor, sin embargo, tiene bajos rendimientos y es muy vulnerable ante las plagas.
Hay lugares como la comarca Chilcas, en el municipio de Totogalpa, en el departamento de Madriz, donde los rendimientos a veces son de apenas dos quintales por manzana y las mejores cosechas de maíz cultivado con semillas criollas apenas alcanza los seis o siete quintales por manzana.
HÍBRIDOS TIENEN MEJOR RENDIMIENTO
Estudios realizados el año pasado en parcelas demostrativas para conocer la adaptación, comportamiento agronómico, fitosanitario y productivo de Variedades de Polinización Libre (VPL) e híbridos de maíz, demuestran que las variedades híbridas tienen mejor rendimiento por unidad de superficie que las demás.
Sin embargo, de acuerdo con los estudios realizados durante las épocas de primera y postrera, apenas el uno por ciento de los productores nicaragüenses utilizan semillas de variedades híbridas de maíz, mientras que el 89 por ciento usa las semillas que ellos mismos producen y el restante diez por ciento de los productores utiliza VPL.
Urbina señaló que los estudios se realizaron con diferentes combinaciones de fertilización inicial y complementaria por parte de los agricultores y en diversas caracterizaciones ambientales de siembra obteniéndose mejores resultados en condiciones ambientales favorables.
En este sentido, el rendimiento promedio por manzanas de VPL en 48 localidades del país, fue de 28,348 plantas y 26,556 mazorcas cosechadas. En tanto, el rendimiento promedio de los híbridos fue de 30,891 plantas cosechadas y de 29,361 mazorcas cosechadas por manzana.
Entre las características de las mazorcas, Urbina señaló que las VPL tienen un promedio de 14 hileras de granos, cada hilera tiene una media de 36 granos, cada mazorca tiene unos 504 granos y cada grano pesa unos 175 gramos.
Los híbridos, por su parte, tienen un promedio de 14 hileras por mazorca, pero, cada hilera contiene 39 granos y las mazorcas 546 granos. Cada grano tiene un peso aproximado a los 181 gramos.
“En todos los ambientes, aún con los diferentes manejos de los agricultores, la productividad de los híbridos fue superior a las VPL y a las variedades de los agricultores”, dijo Urbina, añadiendo: “los componentes del rendimiento, número de granos por hilera, número de granos y peso del grano por mazorca, definieron la mayor productividad de los híbridos”.
PRECIOS, GRANOS Y GRAMOS
Durante el estudio sobre las variedades de maíz, la productividad estuvo asociada a la cantidad de plantas y mazorcas cosechadas y al peso promedio del grano por mazorca y, en general, los híbridos llegaron con mayor cantidad de plantas y mazorcas a las cosechas.
“En los ambientes favorables y promedios, los híbridos HQ INTA–993; H INTA–991; HS–3G; HS–9; H–59 y C–343, presentaron una capacidad productiva similar, de media a alta”, puntualizó Róger Urbina, especialista en manejo de semillas.
Indicó que el precio de las semillas híbridas son más altos que los costos de las semillas de VPL, sin embargo, el rendimiento esperado en las variedades híbridas es de 20 quintales más que en las VPL, lo que significa una diferencia de aproximadamente 2,000 córdobas más en el valor de la cosecha por manzana de las variedades híbridas.
Según Urbina, es necesario promover más el uso de las semillas certificadas de híbridos que son las de mejor rendimiento dentro de las categorías de semillas disponibles y debe aprovecharse al máximo el programa Libra por Libra que ejecuta el Ministerio Agropecuario y Forestal (Mag-For).