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¿Por qué se van los empleados excelentes?

José Leñero G.* En varias columnas he afirmado que el futuro de las empresas no depende sólo de su capacidad financiera ni de tener algunas figuras destacadas. Hoy hay necesidad de tener Capital Humano, esto es, un grupo adecuado de personas capaces de “sentir” lo que esperan los clientes y de innovar oportunamente para responder […]

José Leñero G.*

En varias columnas he afirmado que el futuro de las empresas no depende sólo de su capacidad financiera ni de tener algunas figuras destacadas. Hoy hay necesidad de tener Capital Humano, esto es, un grupo adecuado de personas capaces de “sentir” lo que esperan los clientes y de innovar oportunamente para responder a esas expectativas.

Entre los temas que plantean Franklin Ashby y Arthur Pell, en su libro Embracing Excellence, 2001, incluyen un examen de las razones por las cuales este tipo de personas abandonan sus empresas. Aunque el tema del monto de la remuneración y de los beneficios está presente, los autores le dan una importancia mucho menor de la que suelen darle nuestros empresarios.

Hace tiempo que llegué a la conclusión de que las empresas no deben separar sus montos de remuneraciones de las que ofrece el mercado para posiciones similares. Mi observación es que si alguien recibe menos de lo que ofrece el mercado, no faltará quién lo advierta y se lo lleve con sólo ofrecerle su valor de mercado. Si por el contrario, alguien está pagado por sobre su valor de mercado, éste no recibirá nunca una oferta mejor y será una carga para su empresa.

¿Cuáles son los otros factores que llevan a estos empleados a abandonar la empresa? Daré mi opinión a cada aspecto que plantean estos autores:

Pérdida de fe en la gerencia: La capacidad de visión hacia el futuro del Capital Humano les permite advertir temprano el que espera a la empresa y la calidad de la gerencia es el elemento crucial para asegurar su conducción al éxito o al fracaso.

Sentirse mal apreciados, aburridos o sin retos: A estos empleados no les interesa ganar un salario seguro. Están para sentirse desafiados por situaciones difíciles, que se sientan capaces de superar. Por eso no soportan una gerencia que no los entienda y que no aprecie a los que puedan manejar esos retos.

Actitudes solapadas, poco claras: Ellos quieren saber lo que se quiere, lo que se espera de ellos y el apoyo que se les va a dar. Las actitudes poco claras la interpretan (¡y con razón!) como eludir las definiciones que necesitan.

Sentirse usados o explotados: Son muy hábiles para evaluar lo que se les pide y lo que pueden producir, de modo que se dan cuenta de inmediato si tratan de burlar su buena fe ¡y no lo permiten!

Falta de claridad sobre el futuro de la firma: Son triunfadores que no tienen el menor interés en dar su esfuerzo a una empresa perdedora.

Partida de un amigo muy apreciado: Dentro de su capacidad para evaluar los recursos con que cuentan está el alto aprecio que sienten por los que forman su equipo de trabajo. Con ellos se entienden bien y se respetan mutuamente. Cuando uno de ellos se va por razones que los demás comparten, se desatan sentimientos de inconformidad que se pueden materializar rápidamente.

Como se puede deducir de esta enumeración, la razón principal de la pérdida de empleados valiosos es tener una gerencia poco valiosa, que no entiende —o teme— a los que constituyen el arma principal para continuar siendo exitosos mañana…

*Consultor Internacional.  

Economía

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