- Tienen entre ocho y 14 años y se reconocen en las fotos del expediente judicial, a la vez que acusan a Aguilar Orozco de ser el hombre que los abusó
- Las humildes madres, entre llantos, piden “que nunca salga de la cárcel”
Mario Sánchez P. [email protected]
“Sí, soy yo”, dijo uno de los niños, de unos10 años, al reconocerse en las fotos de los folios 86 y 87, durante su declaración ayer en el Juzgado Primero del Distrito del Crimen de León.
El niño también reconoció a Tulio Amado Rafael, quien aparece desnudo en las fotos, como el hombre que lo abusó y lo sedujo con pagas de 50 córdobas para que le hiciera actos de sodomía.
Relató que las veces que lo abusó, primero lo llevó al puente del Río Telica, donde lo bañaba para después dirigirse a un hotel de las cercanías, donde lo violaba y posteriormente, desnudo, le hacía las fotografías. “Esta foto me la hizo Tulio”, sostuvo.
Los menores, todos ellos de familias pobres, declararon como víctimas de Aguilar Orozco, quien presuntamente los sometió a violación, corrupción y pornografía infantil. Ellos relataron todos los vejámenes a que fueron sometidos por este hombre a cambio de alimentos o dinero, y pidieron a Douglas Toruño, titular del Juzgado Primero de Distrito del Crimen de León, “que lo castiguen por lo que nos hizo y porque por él estamos aquí”.
Junto a los menores se presentaron al Juzgado Primero de Distrito del Crimen de León cuatro madres, quienes estallaron en llanto, y expresaron estar indignadas y ofendidas por Tulio Amado Rafael Aguilar Orozco, al reconocer en el expediente a sus hijos cuando eran abusados por este hombre o cuando le hacían el sexo oral.
Una de las madres, una señora muy pobre que se gana la vida lavando y planchando, trataba de contener su llanto al observar las fotos de los folios 86 y 87, en las que aparece su hijo en poses pornográficas o haciéndole “los servicios” sexuales al acusado Aguilar Orozco.
Ella pidió al fiscal Freddy Arana Rivera, y al juez Douglas Toruño, “que ese hombre sea castigado y nunca salga de la cárcel. Que reciba su merecido como castigo”, suplicaba.
Asimismo, su hijo solicitó “que castiguen a Tulio… estoy aquí por él. Él es el que nos llevaba”. Este niño calcula que Aguilar Orozco lo abusó unas cinco veces, fue violado o sometido a los vejámenes y hasta le hizo fotografías desnudo, y que la última vez fue hace unos tres meses.
PEQUEÑO HUYÓ POR VERGUENZA
“Estoy demasiada ofendida. Estoy muy mal. Nadie debe hacer eso a un niño”, relató otra de las madres, mientras pedía un castigo fuerte para Aguilar Orozco, quien abusó del hijo de ésta “desde que el niño tenía 8 años”, según la foto que consta en el expediente 229.
Su niño es uno de los que fue abusado en la esquina de El Guanacaste, dentro del Cementerio de Guadalupe, y debido a ese incidente, que no quiso confiárselo a su madre por vergüenza, se fue de la casa hace dos meses.
Otra de las madres manifestó que su hijo sólo aceptó declarar ante la Policía de León porque consideraba que “a usted no le puedo decir eso. Sería faltarle el respeto y me mataría si le digo eso”.
Enardecida, la mujer acusó: “Ese hombre arruinó a mi hijo, él ya no es como era antes”, cuando actuaba con ingenuidad, como todo menor. Afirmó que ella nunca supo lo que estaba viviendo el chavalo desde que tenía 12 años. Ahora tiene 14.
Este adolescente relató que a Aguilar Orozco lo conoció en la esquina Las Payitas, donde le regaló 5 córdobas y le pidió que lo acompañara a su casa para que le ayudara a meter unas cajas.
Acto seguido, subió al muchacho a la camioneta, pero no lo llevó a su casa, ubicada en las cercanías del Colegio La Recolección, sino a otro sitio, donde “me dio 20 córdobas”, según dijo, para que le practicara el sexo oral. Sostuvo, además, que esto ocurrió en unas 3 ó 4 ocasiones, y otras veces el abusador se desnudaba y le pedía que le hiciera el sexo contranatura, “por lo que me daba 70 córdobas”.
Este adolescente reconoció a Tulio en las fotografías del expediente como el hombre que lo llevó a los moteles ubicados en las cercanías del puente del Río Telica, que son “Pegafo” y “El Éxtasis”, también a la casa de la familia de Aguilar Orozco, en Poneloya, y detrás del Campus Médico, donde además lo ponía a posar desnudo para hacerle fotografías, que calcula fueron unas diez.
AGUILAR OROZCO: “SON UNOS VAGOS”
Además de las madres y los menores sodomizados, también declararon Alejandro López Sevilla, alias “Cerro Negro”, acusado de ser cómplice de Tulio Amado Rafael Aguilar Orozco, y el fotógrafo Arnulfo Coca, quien admitió haberle vendido sólo una foto de una mujer desnuda a López Sevilla, hecha a petición de la mujer.
Mientras que Aguilar Orozco expresó cuando salía de la clínica forense que las declaraciones de los menores no eran pruebas contra él, porque “no son testigos creíbles, porque son vagos”, y porque son testigos que aceptaron pagas de unos 30 córdobas.
Indicó que las acusaciones las originó la oficial Yolanda Rodríguez, de la Policía Nacional, que actúa por declaraciones incriminatorias de sus hermanas, hechas en 1998.
Tanto Aguilar Orozco como su abogado David Molina Lugo, restaron validez probatoria a las fotografías encontradas por la Policía en la habitación de Tulio Amado Rafael, porque “son fáciles de hacer con un escáner”.
“TIENE PLENA COHERENCIA”
Por petición suya, Tulio Amado Rafael Aguilar Orozco, que adujo estar muy enfermo, fue llevado a la Clínica Forense de la Casa Departamental Judicial de León, donde lo examinó el forense Paulino Medina, quien diagnóstico que “está en perfectas condiciones de salud mental, su estado de salud no pone en peligro la vida, y tiene plena coherencia para comprender lo ilícito de sus actos”.
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