- “El Niño” mantiene alertas a productores
María Antonia López M. [email protected]
La producción de granos básicos en la cosecha de apante está punteando positivamente, según indican los datos proporcionados por el Ministerio Agropecuario y Forestal (Mag-For), cuyas previsiones coinciden con los datos de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG).
El reporte elaborado por la División General de Delegaciones Territoriales del Mag-For detalla que el avance de siembra hasta el 15 de febrero en maíz y frijol alcanzó las 281,834 manzanas, en tanto, el área cosechada era de 274,387 mil manzanas, reportándose pérdidas de un 2.6 por ciento en los dos rubros a nivel nacional.
Las estadísticas especifican que la producción de maíz apante se practica en los departamentos de Chontales, Puerto Cabezas, Bluefields y Río San Juan.
De las 89,685 manzanas dispuestas para la siembra, se cosecharon 89,386 manzanas con pérdidas del 0.3 por ciento.
Mientras el frijol es cosechado en esa temporada en Boaco, Chontales, Jinotega, Matagalpa, Puerto Cabezas, Bluefields y Río San Juan.
El país perdió 7,148 manzanas de frijol para un área cosechada de 185,00 manzanas.
El titular del Mag-For, José Augusto Navarro, dijo no tener los reportes definitivos porque todavía hay cosechas, pero los reportes son favorables y eso se puede reflejar en los niveles de precios en los mercados.
Mientras, Álvaro Fiallos, Vicepresidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG), coincidió con la postura oficial sobre la benévola cosecha de apante del ciclo que está por concluir.
Fiallos explicó que en Nueva Guinea, sitio desde donde sale la mayor producción de frijol en la época, se experimentaron rendimientos de 20 a 25 quintales por manzana, y esperan que éstos se mantengan si las lluvias de la zona cesan en estos días, según indica el comportamiento histórico del verano.
Los rendimientos tradicionales de este grano son de 20 quintales por manzana.
“Nosotros en estos momentos estamos trabajando con los productores para mejorar los mecanismos de comercialización, acopiando y mejorando precios”.
En el caso de otros productos, como tubérculos, también están analizando posibilidades de ampliación de mercados a través de la empresa Agronegocios S.A. que pertenece a la UNAG.
Aunque reconoció que más de la producción nacional de frijol va hacia El Salvador, y la variedad del negro hacia Costa Rica, implicando buenos precios para los productores, la política de libre mercado puede incidir negativamente en el abastecimiento nacional, obligando al país a reimportar sus propios granos más caros.
Por tal motivo, la UNAG está analizando la posibilidad de hacer exportaciones con un registro de marca, para dar mayor valor agregado al grano.
PREPARÁNDOSE PARA “EL NIÑO”
No obstante, la cosecha de primera del ciclo 2002, a iniciar en abril, podría verse afectada ante la posible llegada del fenómeno de “El Niño, cuya presencia es causa de sequías en el país.
Según Navarro, las autoridades estarían recomendando la siembra “en los lugares más favorables de Nicaragua, sin descuidar los no favorables, buscando cultivos que se adapten más en el caso de los frijoles y con el maíz proporcionar mejores semillas en zonas del país donde las pérdidas han sido mínimas”.
Al respecto Fiallos dijo que les preocupa la llegada de “El Niño” porque no hay ningún plan de contingencia oficial, y, por otro lado, el sector agropecuario sigue sin una política definida.
“Sólo conocemos de un programa de abastecimiento de semilla de maíz híbrido, pero que no funciona si los pequeños productores no tienen asistencia técnica y financiamiento para obtener los resultados esperados”.
Por otra parte, recordó que la presencia del fenómeno en ocasión anterior causó graves daños en la cosecha a nivel nacional, aun en las zonas consideradas como húmedas, “y ante eso, poco podemos hacer”.
De igual manera señaló que el productor acostumbra a guardar semilla para la siguiente cosecha, y esta variedad de híbridos si se almacena pierde el rendimiento.
TRES ÉPOCAS
Teóricamente el ciclo agrícola en Nicaragua arranca en abril con la llamada siembra de primera, cuya recolección de la producción se realiza entre julio y septiembre.
Posterior a la primera, sigue la postrera. Aquí la siembra se realiza en agosto y se recolecta entre octubre y enero.
La última temporada es el llamado apante, que arranca en noviembre y es cosechado en marzo.
De ahí que el ciclo agrícola se contabiliza de abril de un año a marzo del siguiente.