- Las lombrices ingieren todos los residuos y luego que los mismos pasan por su tracto digestivo sus excreciones se convierten en abono orgánico
- Unos 24 campesinos cuentan con fincas modelos para la crianza y reproducción de estos anélidos
Adolfo Olivas OlivasCORRESPONSAL/[email protected]
Un notable interés han despertado en los municipios de Condega y Pueblo Nuevo las lombrices rojas californianas que transforman los residuos biodegradables en fertilizantes orgánicos.
Las lombrices ayudan a mejorar la calidad de los suelos, aportando a la reposición del humus, elemento indispensable para la vida vegetal.
La Fundación para el Desarrollo Rural “Padre Francisco Luis Espinoza Pineda” (Fuder), inició un proceso de cría y reproducción de lombrices en el contexto del proyecto de “Transferencia de Tecnología de Producción Orgánica y de Bajos Insumos a Pequeños y Medianos Productores de Café” de comunidades rurales de los municipios de Pueblo Nuevo y Condega.
Carmen Torres, directora ejecutiva de Fuder, dijo que la lombricultura se difundirá en las comunidades de Plan de Grama, El Tule, Guayucalí, Santa Isabel, Jocote Arriba y Abajo, todas ellas del municipio de Condega; así como Guasuyuca, Sabana Grande, El Chorro y Macuelizo, en Pueblo Nuevo.
Fuder inició la entrega de las lombrices a 24 pequeños productores que cuentan con fincas modelos e infraestructuras apropiadas para la crianza y reproducción de los anélidos, sin embargo el programa abarcará a 180 campesinos de las comunidades mencionadas.
Según Torres, los pequeños productores han sido debidamente capacitados para el establecimiento de los “lombricarios”, que tienen por objeto la reconversión de residuos biodegradables reciclándolos y transformándolos en fertilizantes orgánicos.
La funcionaria asegura que a través del aporte de humus de lombriz, es posible restaurar tierras que han sido devastadas por la erosión continua producida por ciertas explotaciones agrícolas, el uso de fertilizantes artificiales, y muchos otros factores degradantes
UTILIZAN CANOAS
Las lombrices rojas californianas son enterradas en canoas (cajas) y depositan sus excrementos en el terreno, para convertirlo en uno mucho más fértil, que el que pueda lograrse con los mejores fertilizantes artificiales.
Las lombrices ingieren todos los residuos y luego que los mismos pasan por su tracto digestivo sus excreciones se convierten en el “lombricompuesto” o “humus de lombriz”, siendo éste el fertilizante orgánico de mayor importancia en el reino vegetal.
Fuder entregará a cada uno de los 180 pequeños productores un kilo de lombrices, y en un período de tres meses los anélidos se habrán multiplicado en un cien por ciento, lo que permitirá una producción entre 4 a 8 quintales de abono orgánico al mes.
El lombricultor diariamente deberá alimentarlas con estiércol de animales debidamente descompuesto y con los desechos de la comunidad como cáscaras, hojas, pastos y forrajes secos y residuos orgánicos en general.
FÁCIL MANEJO
La cría y reproducción de las lombrices rojas californianas se efectúa en canoas adecuadas con materiales diversos, manejadas fácilmente por niños y adultos, en virtud que el trato con los anélidos no provoca ningún tipo de riesgo por enfermedad alguna.
Las lombrices rojas californianas se desarrollaron a partir de la década de 1950 en California, Estados Unidos, en criaderos intensivos de lombrices. Desde entonces, mediante la continua selección de los mejores ejemplares, se obtuvieron varios tipos de lombrices rojas.
Sin embargo, sólo una clase de éstas puede sobrevivir al aire libre sin la necesidad de invernaderos ni instalaciones específicas. Esta es la “Rojo Híbrido” que comúnmente se le llama “lombriz californiana” y es la más difundida de todas.
Las lombrices adultas pesan aproximadamente 1 gramo y producen 1 gramo diario de abono, es decir, que comen una cantidad equivalente a su propio peso diariamente, lo cual hace muy interesante a la lombricultura.