Moisés Martínez [email protected]
El reciente estudio realizado por Casa Alianza sobre tráfico sexual de menores, aparte de establecer que Nicaragua es el mayor proveedor de niños para este tipo de negocios a nivel centroamericano, determinó las diferentes modalidades en las que se ejecuta.
El estudio denominado “Investigación Regional sobre prostitución, pornografía infantil y turismo sexual infantil en México y Centroamérica”, en el caso de Nicaragua se realizó en Managua, Granada y Somotillo, que fue escogido por su característica de zona fronteriza.
En el caso de Managua se entrevistó a siete menores y adolescentes de distintos puntos de la capital, a través de cuyos testimonios se estableció que los principales tipos de explotación infantil son relaciones sexuales remuneradas, y en menor grado, el tráfico sexual de menores junto a la pornografía infantil.
Un grueso de los solicitantes de servicios sexuales son extranjeros procedentes de China, Estados Unidos, Honduras, Guatemala y Costa Rica, por lo cual el estudio establece que se practica el turismo sexual.
El tráfico de menores se realiza a través del contacto con extranjeros provenientes principalmente de El Salvador o Guatemala con proxenetas nicaragüenses.
CUIDADO CON CLASIFICADOS
Luego se buscan a las menores a través de la oferta pública de empleos en los clasificados de los periódicos o por medio de una conversación directa entre el proxeneta y la potencial víctima.
Al lograrse un acuerdo, las menores son llevadas a centros de diversión nocturnos gualtematecos o salvadoreños donde se les explota sexualmente y no se les da la remuneración prometida.
El estudio destaca que LA PRENSA no acepta anuncios clasificados en los que se ofrezcan servicios de contratación de señoritas para trabajos de masajistas, bailarinas o damas de compañía, ya que en muchos casos sólo son fachadas del tráfico sexual de menores.
En Granada, de acuerdo con los testimonios recabados, se estableció que lo que más se da son relaciones sexuales remuneradas, seguidas de turismo sexual y algunos indicios de pornografía infantil, la cual es practicada principalmente por “turistas gringos”, que las contratan para sesiones fotográficas.
En el caso de Somotillo, el estudio indicó que las formas de explotación sexual de menores más comunes son las relaciones sexuales remuneradas y tráfico con fines sexuales.
En esta ciudad fronteriza, el contacto es de manera personal con una promesa de empleo. Las que tienen cédula de identidad pasan de manera normal a través de la frontera de El Guasaule.
Si están ilegales, pues con la ayuda de un coyote cruzan el monte para dirigirse a Honduras para luego ir a El Salvador.
La ruta descrita es Somotillo, El Guasaule, Choluteca, frontera salvadoreña, El Amatillo, Santa Rosa de Lima, Caseta de San Miguel, y, finalmente, San Salvador.