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Existe una intención de la Policía y del Ministerio de Gobernación para establecer un horario fijo de cierre para los centros nocturnos a los que acuden masivamente los jóvenes.

El exceso es el detonante de la adicción

Prevención debe de darse desde el seno de la familia Moisés Martí[email protected] Para Lluis Tió B., director del centro de rehabilitación para jóvenes alcohólicos y con problemas de drogas DIA NOVA, los centros nocturnos son focos de consumo de alcohol y otros estupefacientes por personas jóvenes, muchos de los cuales son menores de edad. “En […]

  • Prevención debe de darse desde el seno de la familia

Moisés Martí[email protected]

Para Lluis Tió B., director del centro de rehabilitación para jóvenes alcohólicos y con problemas de drogas DIA NOVA, los centros nocturnos son focos de consumo de alcohol y otros estupefacientes por personas jóvenes, muchos de los cuales son menores de edad.

“En esos lugares se promueve el consumo de alcohol, lo cual es el inicio para el consumo de drogas ilegales, por lo que hay que hacer una campaña de prevención, llamando al no consumo o al consumo moderado, y no sólo en los jóvenes, sino en toda la sociedad, porque en realidad una cerveza no hace mal a nadie”, comentó.

“Hay que ofrecer alternativas a los jóvenes, no sólo las giras a los centros nocturnos. Cosas como los Boy Scout, alternativas culturales o deportes”, agregó.

Según Tió B., un problema serio es que la Policía no cuenta con los recursos para mantener una vigilancia constante sobre estos lugares o para aplicar castigos “ejemplares”, como el que los jóvenes sancionados realicen servicios sociales.

“Lo importante es la prevención, y en esto intervienen desde la familia como núcleo principal hasta la misma sociedad. No se va a solucionar con campañas en las escuelas, sino con la comunicación entre los padres de familia”, refirió.

Informó que de acuerdo con reportes de DIA NOVA cada vez disminuye la edad en la cual los menores de edad inician a consumir alcohol, la cual en estos momentos se encuentra entre los 10 y 11 años.

“Tenemos que entender que el consumo de drogas legales o ilegales debe dejar de ser tabú en Nicaragua, le puede ocurrir a cualquiera. Hemos visto cómo a la misma hija del presidente de Estados Unidos por estar bebiendo alcohol se le ha mandado a hacer trabajo social”, apuntó.   

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