- La construcción de un biodigestor cuesta aproximadamente ocho mil córdobas
- Mecanismo es utilizado para la producción de combustible a base de desperdicios
Juan Carlos Bow [email protected]
LEÓN.— Pobladores de las comunidades Chacaraseca y Lechecuagos, del municipio de León, están demandando 150 biodigestores para producir gas metano que luego es utilizado como combustible, indicó Wilmer López, técnico del Centro para la Promoción, Investigación y el Desarrollo Rural y Social (Cipres).
Los biodigestores son fosas especiales en las cuales se produce gas metano, a través de la fermentación anaeróbica (sin oxígeno) de desechos orgánicos, como estiércol de animales, desperdicios de comida y rastrojos de siembra.
El gas metano que se produce en los biodigestores se puede utilizar para cocinar o para el alumbrado domiciliar, según dijo López.
Indicó que ese organismo instaló dos modelos de biodigestores en la zona de Chacaraseca, los cuales han despertado el interés entre los pobladores de ambas comunidades.
Añadió que debido a la demanda actual de biodigestores “estamos pensando en construir biodigestores multifamiliares para satisfacer a casi todos”.
Comentó que la construcción de un biodigestor tiene un costo aproximado de ocho mil córdobas, y que se puede construir rápidamente.
Explicó que lo más caro en la construcción de un biodigestor es un plástico especial que cubre la fosa y las tuberías PVC que se utilizan para transportar el gas metano.
LISTO EN 15 DÍAS
López dijo que un biodigestor se puede construir en una semana, y que 15 días después de haber colocado el estiércol con agua, se inicia la producción de gas metano.
Añadió que primero se construye una fosa de tres metros de largo por uno y medio metro de ancho, la cual se tapa con un plástico especial, el que tiene una vida útil de siete años.
Dijo que para iniciar la producción de gas metano a la fosa se le carga con 30 quintales de estiércol y 500 galones de agua, y que luego diariamente se carga con un promedio de 10 a 12 libras de estiércol.
Anotó que diariamente el biodigestor produce 25 libras de gas metano, lo que permite cocinar alrededor de ocho horas continuas.
Expresó que se recomienda limpiar la fosa cada tres o cuatro años, además de poder utilizar el estiércol quemado como bioabono.
BUENA EXPERIENCIA
Wilmer López, técnico del Centro para la Promoción, Investigación y el Desarrollo Rural y Social (Cipres), para la zona de Chacaraseca y Lechecuagos, dijo que el gas metano es menos pesado que el gas butano, que se usa comúnmente en las cocinas nacionales.
Dijo que en los biodigestores modelos, instalados en la comunidad de Chacaraseca, se está utilizando estiércol bovino y porcino.
Añadió que el estiércol porcino, por las características omnívoras del cerdo, produce una mayor cantidad de metano.
Explicó que esta alternativa para cocinar es ecológica, pues permite reducir el consumo de leña en un 80 por ciento, lo que reduce la presión sobre los recursos forestales.