- Las salineras trabajan por la “libre”, lo que evita la actualización de las estadísticas y no permite conocer la situación real del sector
- ¡Exportamos sal a granel y la compramos refinada!
Martha Danelia [email protected]
Actualmente nadie controla la producción de sal, su fabricación es desordenada, pues los últimos registros datan de 1994. Los salineros sobreviven “por la buena de Dios” tal como ellos aducen. Sin embargo, con el fin de hacer la producción compatible con el medio ambiente y mejorar el acceso al mercado de este producto, la Administración Nacional de Recursos Geológicos (Adgeo) regulará y controlará la extracción de sal, buscando un ordenamiento de esta actividad.
“Vamos a procurar darles un ordenamiento, regularlos y apoyarlos en darles ideas de cómo se pueden industrializar, buscando capital”, declaró Jorge Luis Préndiz, director de la Adgeo.
Detalló que el ordenamiento iniciaría por el establecimiento de los lugares donde ya se tienen indicios que se está realizando esta actividad, luego se tratará de conocer la cantidad de personas que trabajan en la misma.
PIENSAN EN INCENTIVOS
Posteriormente, dijo, tratarán de incentivar a los productores de sal para analizar la posibilidad de otorgar concesiones para que se industrialicen.
“La concesión minera incentiva todo lo que es inversión nacional y extranjera, otorga incentivos de exoneraciones de impuestos de todo tipo, incentivos de que la misma concesión puede ser objeto de hipoteca, trasferencia, susceptible de arrendamiento, en fin, tratar de capitalizar a las personas que se quieran meter en este negocio”, comentó Préndiz.
Explicó que para no afectar a la pequeña industria salinera, Adgeo no la mirará como hectárea otorgada (en concesión) ni le cobrará el tres por ciento de explotación.
“Que son los dos tipos de cobros que efectuamos como cánones mineros, sino que lo que vamos a tratar de dar es un ordenamiento, y en la política minera que vamos a establecer le vamos a dar facilidades para su extracción, ordenamiento y, posteriormente, si se puede, tratar de darle los incentivos necesarios para que la industrialización sea nacional y no extranjera. Queremos darle esa alternativa para el ordenamiento de este recurso mineral”, indicó Préndiz.
Esta regulación está basada en la nueva Ley Especial sobre Exploración y Explotación de Minas, donde la extracción de sal pasa bajo la tutela de Adgeo.
No obstante la mencionada regulación y lo que establece, la Ley es totalmente desconocida por los salineros, quienes mostraron sorpresa al momento de consultárseles sobre la misma.
“Desconocemos eso, no sabemos nada de que nos vayan a regular”, fue la respuesta que en consenso brindaron los salineros ubicados en las costas de León.
Préndiz dijo que este proceso iniciaría una vez aprobado el Reglamento de la Ley Especial de Minas, “porque ya el Reglamento establece los procedimientos de regulación”.
SALE DE AQUÍ Y ENTRA DE ALLÁ
Según los productores de sal, la sal refinada que entra al país es producida en Nicaragua, ya que ellos dicen venderle sal a granel a países centroamericanos, principalmente a Costa Rica.
“Antes exportábamos sal a granel a Costa Rica, venían los ticos a llevar de aquí para después ellos procesarla, y ya venía refinada porque aquí en Nicaragua no hay refinadora, se muele normal de forma artesanal”, señaló Alejandro Espino, encargado de Salinas de Sotomil S.A. en León.
El director de la Administración Nacional de Recursos Geológicos (Adgeo), Jorge Luis Préndiz, señaló que “aquí la mayoría de la sal se va para Costa Rica, ya después viene en bolsitas con diferentes marcas, sólo la refinan, le ponen la marca y ya viene manufacturada y es (sal) nicaragüense”.
“Entonces, ¿qué sucede? Nosotros explotamos el recurso, otros se lucran con la manufactura y con la venta de ella, y aquí viene a un precio el doble o el triple y viene con la etiqueta ‘hecha en’ (otro país). Eso te lo digo por experiencia. Al lado de Tola, en las salinas, todo ese producto sale para Costa Rica, y eso da lástima ver cómo se desperdicia un recurso natural”, agregó Préndiz.
Estadísticas del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex), cortadas al 30 de noviembre del 2001, señalan que entre enero y noviembre se registraron exportaciones por el orden de los 57,916 dólares.
En cuanto a las importaciones, lo que Nicaragua importa es sal refinada. Cifras de las importaciones proporcionadas por el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific) revelan que las importaciones en el 2000 llegaron a unos 286,000 dólares, principalmente de Costa Rica y Estados Unidos.