- En San Juan del Sur, Managua y otros lugares del país se hizo
caso omiso de las recomendaciones, y muchos observaron el eclipse con negativos de películas y hasta con bolsas negras
Noelia Sánchez RicarteCORRESPONSAL/[email protected]
La curiosidad pudo más que cualquier recomendación de los expertos. Pese a que se había indicado que ver el eclipse solar era muy peligroso para la vista, muchos sanjuaneños se aventuraron a observar el efímero espectáculo que proporcionó la naturaleza. No pudo ser visto en su totalidad porque una brisa nubló por completo el cielo.
A eso de las cuatro y quince de la tarde, muchas nubes cubrían el Sol, pues el cielo estaba nublado, parecía que sería imposible apreciar el evento; minutos más tarde el Sol logró salir de las nubes.
No podía haber mejor paisaje: barcos anclados en el mar, los rayos del Sol cayendo sobre éste, el eclipse en un 60 por ciento, pero al final aunque se esperaba que en la zona del Pacífico se pudiera apreciar de mejor forma (el eclipse), la intermitente brisa que cayó en esta zona no permitió observar el proceso completo.
COMO SI FUERA LA LUNA
Aunque no se pudo apreciar todo el proceso del eclipse, porque las nubes tapaban al Sol, la mayoría de sanjuaneños observaban al cielo con negativos de películas, unos niños lo hacían con bolsas negras.
Sobre la costa se encontraban Jonathan Martínez, Ramón Dinarte, Melvin Manrique, Edwin Vega y José Calderón, disfrutando del espectáculo como si se tratara de observar la Luna, pues lo hacían sin protección alguna.
Estos lugareños esperaban impacientemente el eclipse desde las dos de la tarde, y, según ellos, el espectáculo no afectaba en nada su vista, pues siendo sanjuaneños están muy acostumbrados a observar al astro rey cuando éste se está ocultando.
LUCES SE ENCENDIERON
El eclipse lo comparaban con el ocaso que se produce a eso de las cinco y media de la tarde en este puerto. Para ellos ver este evento de la naturaleza no representaba mayores problemas ni riesgos.
Cuando el sol fue cubierto en un 70 por ciento, las luces de la avenida principal se encendieron en clara señal de que la noche estaba llegando. En el silencio de la apacible tarde se escuchaba el cacareo propio de las gallinas cuando van a dormir.
MUCHOS CURIOSOS
El eclipse reunió en la costa de San Juan del Sur a muchas personas, todas en la búsqueda del mejor sitio para apreciar el evento.
Adrián Méndez había llegado desde Costa Rica el día anterior del eclipse para observar el espectáculo, no se perdió ni un momento de la presentación.
En la búsqueda por obtener una buena toma del tímido eclipse, subimos al hotel Barlovento, ubicado en una de las zonas altas del puerto.
Justo a las cinco de la tarde, cuando se esperaba que el Sol se cubriera casi en su totalidad, la brisa cayó con mayor intensidad, lo que imposibilitó el intento por obtener la mejor toma.