- Sermón del Cardenal estuvo lleno de “directas” a Daniel Ortega
- Solvencia moral, preparación
profesional y familia fueron los ejes del mensaje en la misa campal
José Adán Silva [email protected]
Ayer no hubo parábolas que interpretar. El mensaje del cardenal Miguel Obando y Bravo, durante su misa campal de oración por las próximas elecciones nacionales fue claro: todos los nicaragüenses deberán votar con base en las calidades morales, familiares y antecedentes personales de cada uno de los candidatos.
El mensaje, aunque no llevaba explícitamente un nombre, resaltó las principales debilidades del candidato del Frente Sandinista, Daniel Ortega, a quien su hijastra Zoilamérica Narváez acusa de manera pública de haberla abusado sexualmente desde que ella tenía once años.
Ataviado con traje caqui y franjas rojas, el prelado centró su mensaje religioso en la importancia que para los electores debían tener los antecedentes familiares de los candidatos, asumiendo que sólo bajo el matrimonio religioso ellos serían mejores ciudadanos. De los tres candidatos participantes en las elecciones, sólo Ortega no está casado civil o eclesiásticamente, a pesar de convivir con Rosario Murillo desde hace más de 25 años.
“Para votar responsablemente, hay que estudiar las propuestas de cada partido político, y hay que fijarse en la competencia y en la honradez de las personas a quien vamos a apoyar con nuestro voto. La buena preparación profesional, y la solvencia moral son condiciones indispensables para gestionar los intereses públicos”, expresó el cardenal Obando, mientras Ortega, quien abandonó sus estudios de Derecho para integrarse a la guerrilla, lucía impávido.
A cada palabra del líder religioso, sonaban aplausos por todo el campo de la Catedral Metropolitana. Algunos más entusiasmados con las palabras del líder católico, no pudieron evitar sentirse eufóricos y gritar vivas al candidato liberal, Enrique Bolaños.
Mientras Obando hablaba, el presidente Arnoldo Alemán, sentado a la par de su esposa María Fernanda Flores de Alemán, sonreía ampliamente, al tiempo que respaldaba la homilía del Cardenal Obando con frases cortas de ¡Bravo! ¡Eso! ¡Buenísimo!
“Al votar”, expresó el prelado, “debemos preguntarnos: ¿da el candidato un apoyo decidido y claro al matrimonio y a la familia de fundación matrimonial, en contra de la tendencia de equiparar el verdadero matrimonio con otro tipo de uniones? El Estado vale lo que valgan las familias que lo forman”, manifestó el cardenal Obando, mientras Bolaños permanecía inmutable.
“¡Qué verdad es la que 500 años antes de Cristo, dijo el famoso escritor griego Sócrates!: El que es bueno en familia es un buen ciudadano. La familia es la comunidad en la que desde la infancia se pueden aprender los valores morales”, manifestó nuevamente Obando.
Pocos minutos antes que terminara la misa, cuando el ambiente estaba sumamente tenso, en la parte que corresponde a los presentes a darse la paz, Ortega se levantó sonriente a abrazar a Bolaños y a su esposa. Igual hizo con Alemán, quien lo saludó diciéndole: “La paz esté con vos, Daniel”, mientras los escoltas luchaban por mantener el orden en una confusa maraña de saludos y abrazos entre los candidatos, miembros del gabinete y familiares de éstos.
“DIRECTAS”
Los principales mensajes del Cardenal fueron sobre la unidad familiar y la relación de los candidatos con sus familias.
“Al elegir a nuestros candidatos, debemos ver si ellos predican con el testimonio de su vida, si han sido ejemplares con su familia, si han sido realmente educadores en la fe”.
“Los padres deben mirar a sus hijos como hijos de Dios y respetarlos como personas humanas”.
“Es en la familia donde hay que aprender a respetar, tolerar, escuchar, ser solidarios y libres”.
“Al votar debemos pensar cómo gobernaría el candidato por el cual vamos a votar, qué hay en su historia pasada que demuestre estar capacitado o no para realizar las funciones inherentes al cargo de presidente de la república o diputados”.
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