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FSLN "compró" en ganga

Propiedades confiscadas fueron vendidas en víspera de la entrega del poder Inmueble donde funcionan las oficinas de Bayardo Arce, candidato sandinista a diputado nacional, adquirido a menos de 7,000 dólares Roberto Fonseca L.Karla Marenco [email protected] SEGUDA ENTREGAUn mes antes del traspaso de gobierno a la presidenta electa, Violeta Barrios viuda de Chamorro, el Frente Sandinista […]

  • Propiedades confiscadas fueron vendidas en víspera de la entrega del poder
  • Inmueble donde funcionan las oficinas de Bayardo Arce, candidato sandinista a diputado nacional, adquirido a menos de 7,000 dólares

Roberto Fonseca L.Karla Marenco [email protected]

SEGUDA ENTREGA
Un mes antes del traspaso de gobierno a la presidenta electa, Violeta Barrios viuda de Chamorro, el Frente Sandinista compró a “precio de guate mojado” una valiosa propiedad urbana, bajo el dominio del Banco de la Vivienda de Nicaragua (Bavinic). La propiedad, de 784 metros cuadrados, es donde funcionan actualmente las oficinas de Bayardo Arce Castaño, quien encabeza la lista de candidatos a diputados nacionales por el FSLN.

La propiedad, confiscada a Salvadora Debayle de Somoza, madre del dictador Anastasio Somoza, la compró Samuel Santos, actual jefe de Relaciones Internacionales del Frente Sandinista, al Bavinic, por un monto de 322,885,200 córdobas, cifra que al cambio oficial de ese momento —25 de marzo de 1990— equivale a sólo 6,961 dólares.

A juicio de especialistas del ramo de bienes raíces, consultados en esta investigación periodística, el monto pagado está muy, pero muy, por debajo del precio real, ya que el valor de dicha propiedad podría superar fácilmente los 150,000 dólares, pues se trata de una casa de dos pisos, cuya área de construcción casi completa los 784 metros cuadrados.

La venta, según consta en la documentación del Registro de la Propiedad, la hizo Silvio Román Berríos Cruz, en representación del Bavinic. Éste es el mismo funcionario involucrado en la transacción de un sinnúmero de inmuebles que administraba el Banco de la Vivienda, tras la desaparición de la Corporación Nicaragüense de Bienes Raíces (Conibir), en cumplimiento del Decreto No. 1523 de la JRGN, publicado en La Gaceta 238, del 11 de diciembre de 1984.

OTRA “OFERTA”

Menos de 24 horas antes de entregar el poder, a las 11:25 a.m. del 24 de abril de 1990, una sociedad anónima ligada al sandinismo y denominada Restaurante Sacuanjoche, S.A., adquirió también a “precio de ni lo piense”, la propiedad de 10,303 varas cuadradas en Carretera a Masaya, que fue confiscada por la Procuraduría de Justicia y traspasada al Bavinic.

De acuerdo a la investigación periodística, la extensa propiedad fue adquirida al precio de 80,000,000 córdobas, cifra que al cambio oficial de entonces, equivale a la ridícula suma de 1,486 dólares.

Originalmente, esa propiedad —mayor a una manzana de extensión—, pertenecía a Leonza Díaz, quien luego se la vendió a Miguel B. Mickerford González. Años después, en 1971, se la vendió a Hilda Pallais de Bermúdez, inscribiéndola en su actual asiento registral número 14.258.

En febrero de 1980, basándose en el Decreto No. 282 de la JGRN, se le confiscó la propiedad a Hilda Pallais de Bermúdez y se transfirió al Bavinic. Esta entidad se la “vendió” a Restaurante Sacuanjoche, S.A., de acuerdo a una escritura elaborada por el licenciado Reynaldo Antonio Vega Lacayo, abogado y notario ligado a Daniel Ortega, el mismo que certificó la constitución de la Asociación de Artistas de la Danza, favorecida con la “donación” de la finca Santa Feliciana, propiedad confiscada a Somoza.

Por otra parte, la investigación periodística de LA PRENSA, refiere que la sociedad anónima Restaurante Sacuanjoche, S.A., fue constituida el 29 de marzo de 1984, bajo los oficios del abogado Ricardo Morales Bermúdez y registrada en septiembre del mismo año. También se asentó en el Libro de Personas del Registro (No. 24.814, Tomo 111, Pág. 32) y en el Libro de Sociedades (No. 13.487-B2, Tomo 660-B2, de las Págs. 244-249).

Creada para “dedicarse a la industria turística”, el socio mayoritario de la sociedad anónima es Horacio Vargas Elizondo, quien presuntamente poseía cuatro acciones a su cargo. Los otros son: José Luis López Vargas (3 acciones) y Ramón García Mayorga (3 acciones).

Vargas Elizondo también aparecía como accionista de la “famosa” Holding and Management Investment Corporation, mejor conocida como HyM, una sociedad anónima adscrita al Ministerio del Interior (Mint), que presuntamente se vio involucrada en la protección y resguardo de importantes capos colombianos, del Cártel de Medellín, a mediados de 1984.

En HyM, creada también ante los oficios notariales del abogado Ricardo Morales Bermúdez, Vargas Elizondo, administrador de empresas y su secretario, poseía 1,500 acciones. El presidente era Paul Sthanley Atha Ramírez, con 2,000 acciones.

Actualmente, el Restaurante Sacuanjoche desapareció y sus terrenos están en venta. De acuerdo a estimaciones de expertos en bienes raíces, la vara cuadrada ahí —Carretera a Masaya— se podría valorar fácilmente en 50 dólares, lo cual arrojaría un precio total de 515,150 dólares.

(Mañana: Más inmuebles valiosos envueltos en la vorágine)

Confiscados no eran “santos”

Las personas que resultaron confiscadas por la Revolución Sandinista se lo merecían en la mayor parte de los casos, ya que sus bienes fueron el producto de la corrupción del régimen somocista, señaló Miguel Ernesto Vijil, Ministro de Vivienda de 1979 a 1988.

“Ahora resulta que los que fueron ladrones de verdad, a quienes los sandinistas confiscaron en nombre de la República de Nicaragua, eran los honrados”, comentó Vijil, quien admitió que el Bavinic, adscrito al Minvah hasta 1988, administraba más de 1,000 propiedades confiscadas y sujetas a hipotecas con el sistema financiero.

“La mayoría de los bienes que se confiscaron, el grueso de las tierras urbanas —y quiero decir que el Ministerio de la Vivienda no tenía nada que ver con las confiscaciones, ésa era cuestión del Ministerio de Justicia—, fueron asignadas al Minvah y hacíamos obras de progreso y desarrollo”, añadió.

A su juicio, el Frente Sandinista después de ostentar un poder absoluto durante más de una década, “no podía quedarse sin absolutamente nada y expuesto a una revancha visceral e injusta”. Por tanto, debía permanecer con cierto poder económico.

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