- La gente de San Fernando no era capaz de regalar ni siquiera un vaso de agua a los agentes del orden público. Eso queda en el recuerdo, pues ahora civiles representativos de la comunidad han dispuesto respaldar logísticamente al cuerpo policial para prevenir el delito, constituyendo una instancia civil que ha permitido desarrollar la estrategia de acercamiento “Policía–comunidad”
Alina Lorío L.CORRESPONSAL/[email protected]
Una iniciativa muy original de la Policía Nacional para lograr su acercamiento con los habitantes del Municipio de San Fernando, el pueblo de “Los Cheles”, a como se le conoce por su origen y características físicas, es la constitución de una instancia civil que permita la aceptación del cuerpo policial instalado en la localidad. Esa instancia ahora se conoce como Club de Amigos de la Policía Nacional.
Fundado el primero de agosto del presente año, el Club de Amigos de la Policía Nacional en San Fernando era una necesidad de cambio y acercamiento a la comunidad, debido a que por muchos años la apatía de los habitantes del municipio fue una constante.
“Me llamó la atención que nuestros agentes manifestaban que el pueblo de San Fernando no era capaz de regalarles ni siquiera un vaso de agua, pero atacando el mal y no a la persona concluimos que se trataba de un distanciamiento de los oficiales ahí instalados con la comunidad”, comentó el comisionado Erick Brenes Castro, segundo jefe de la Policía Nacional de Nueva Segovia y uno de los más interesados en cumplir con la estrategia de acercamiento “Policía-comunidad”.
Salvador Herrera y Francisco Sirias fueron los primeros contactos. Otras 14 personas se aglutinaron a su alrededor en tiempo récord, pero la Policía también tuvo que demostrar voluntad de cambio y empezó por destituir al jefe del municipio y ubicar en su lugar al teniente Nicolás Chavarría, quien ha desarrollado con éxito la visión de “policía de proximidad”, que no es más que estrechar relaciones con la comunidad en todos los ámbitos.
PREVENIR Y ATACAR EL DELITO
“Nos interesa conocer a las personas, conocer sus problemas y sus inquietudes, como una expresión de nuestra vocación de servicio y garantes de la seguridad ciudadana. Lo que queremos es atacar los problemas de seguridad en San Fernando, tal es el caso del abigeato, robos con intimidación, remanentes de bandas y jóvenes alterando el orden público”, sostuvo el comisionado Brenes.
Reconoció que la Policía en San Fernando cometió errores, pero ha pesado la voluntad de abrirse a las críticas para atacar la conflictividad y no a las personas, avanzando además en la profesionalización del cuerpo policial con charlas, incluso, promovidas por las Comisiones de Paz y Justicia sobre derechos humanos en el actuar de los agentes.
Tomando muy en serio su responsabilidad, el teniente Chavarría ha logrado ese acercamiento con la comunidad y así lo reconocen los mismos miembros del Club de Amigos de la Policía Nacional en San Fernando. Incluso en el poco tiempo de ocupar la jefatura municipal se convirtió en el representante del equipo de béisbol “Mayor A”, de San Fernando.
ABRIERON BRECHA
El Club de Amigos de San Fernando de inmediato empezó a trabajar en función de mejorar las condiciones básicas carcelarias y de atención al público de la estación policial. En poco tiempo, un mes, entregaron a la jefatura municipal un escritorio, cinco colchones y recaudan dinero para reparar el vehículo de patrullaje. Ahora conocen de cerca las limitantes del actuar policial desde el punto de vista logístico.
Don Salvador Herrera, el protagonista de excelente iniciativa, —a como él mismo la califica— dijo que la meta es crecer con las personas que voluntariamente deseen apoyar a la Policía Nacional y “entre todos empujar ese esfuerzo que es de beneficio tanto para la Policía como para la comunidad. La meta es consolidarnos y confiamos que va a darnos buenos resultados”, enfatizó.
LIMAN ASPEREZAS
Algunos miembros del Club consideran que siempre hubo problemas de relaciones con la Policía, pero don Francisco Sirias, en su calidad de Secretario del Club no compartió ese criterio y dijo que “el problema radicaba en que no había una forma de organización que los acercara y correlacionara esfuerzos para prevenir los delitos”, pero advierte que con esta nueva modalidad se han logrado limar algunas asperezas.
Sin embargo, aceptó que hubo roces con familiares de detenidos y distanciamiento de la Policía en algunas alteraciones al orden público en el Estadio Municipal y las fiestas, donde nunca hizo presencia el jefe de la unidad porque al parecer “nunca le interesó”.
Sirias destacó que con el nuevo jefe municipal y el acercamiento con el comisionado Brenes ha inspirado mayor confianza en la Policía y los ciudadanos de Salamají, por ejemplo, han expresado que “el cambio es evidente, mayor profesionalidad y más sentido de seguridad y eso se revierte en voluntad de cooperación económica de los ciudadanos para mejorar las condiciones de la estación y por ende en un ambiente de mayor seguridad ciudadana”, sostuvo.