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Pese a que meses antes de matar a Elizabeth Azucena Balladares Picado, su compañera de vida, le quebró las costillas e intentó quemarla viva, la jueza Rosario Altamirano impuso la pena mínima a Moisés Milton Mayorga Reyes, encontrado culpable del delito de parricidio en perjuicio de Elizabeth.
De acuerdo con la sentencia emitida por la jueza sexto de Distrito del Crimen de Managua, Mayorga Reyes deberá purgar una condena de trece años de prisión, diez por el crimen de su compañera y tres por el trauma que causó en el hijo de la víctima, un niño de 12 años que fue testigo del sangriento hecho.
En marzo pasado, Mayorga Reyes literalmente destrozó a puñaladas a Elizabeth Azucena, que laboraba como enfermera en el Hospital “La Mascota”, mientras estaban en la casa que alquilaban en Ciudadela Nicaragua.
El Código Penal nicaragüense castiga el delito de parricidio con penas de diez a veinticinco años de prisión, pero según la judicial, el hecho de que el condenado no tenga antecedentes delictivos la llevó a imponerle la pena mínima.
UN SOLO AGRAVANTE
En el caso del menor, las lesiones psicológicas graves que sufrió al ver cómo apuñalaban a su madre, sólo ameritaban la pena mínima de tres años de prisión, según la judicial, aunque el Código Penal establece una condena máxima de cinco años.
Para la jueza Altamirano, el único agravante que merecía ser valorado, pues fue el que consignó en su sentencia, es el de haber dado muerte a la enfermera en la casa que ambos habitaban.
Mayorga Reyes fue declarado culpable del delito de parricidio y lesiones sicológicas graves en perjuicio de Elizabeth Azucena y su hijo, el seis de septiembre pasado, al término de una breve sesión de deliberación del jurado en los Juzgados de Managua.