- En El Chilamatal y Jaguas las cosechas se ahogaron por completo. Su población come mangos y tortilla con sal
Amalia Morales [email protected]
A los pies de montañas verdes se ve el marchito amarillo de los plantíos de maíz que el sol asfixió en la comunidad de Jaguas, en San José de Cusmapa, a 281 kilómetros al norte de Managua.
En Jaguas y El Chilamatal, una comunidad que está más cerca de la cabecera municipal, los cultivos de este año ya son historia. El sol los quemó. En el período que comprende la siembra y cosecha de primera (de mayo a agosto) sólo llovió tres veces.
Paulina Méndez recuerda las fechas con exactitud. “Llovió el dos de mayo, después el 14 y de vuelta hace como tres días”, refirió.
A fuego lento se desvaneció el futuro que Justino Hernández y su familia, de diez personas, pusieron sobre cuatro manzanas y media de maíz, frijol y millón.
Los matas que sembró Hernández quedaron a la mitad de su crecimiento, como tantas otras de la zona.
Plantíos que se pronosticaron verdes, como el resto de la vegetación del sector, resultaron amarillos y tostados.
TORTILLA CON MANGO
En la población, el resultado de la sequía es el mismo que se ha publicitado en otros municipios del país: hambruna.
Tanto en Jaguas como en El Chilamatal la dieta se basa en mangos y en tortilla con sal.
Anastasio Méndez, de cinco años, desayunó tortilla con sal y almorzó tres mangos, sentado en una piedra. Lo mismo comieron sus hermanos mayores.
“Por suerte la fruta está abundante”, comentó Hernández.
Aunque se acomodan, ninguno de los campesinos se conforma con esa dieta, y aprovecharon la visita que el pasado lunes hicieron oficiales del Programa Mundial de Alimentos (PMA), para reclamar ayuda.
NO LES LLEVAN COMIDA
Es más, en esa visita esperaban ayuda. Paulina Méndez contó que con esa intención se juntó casi toda la gente de la comunidad.
Pero el PMA no les repartió nada. Ramón Noguera, coordinador territorial del programa, dijo que no se podía entregar alimentos sin previa planificación, pero aclaró que ambas comunidades serán atendidas a partir del 15 de agosto, cuando el programa comience la entrega de comida en la región.
El PMA tiene previsto entregar alimentos por tres meses a la población afectada por la sequía. Se prevé que en ese lapso, los agricultores afectados podrían recuperar sus pérdidas con la siembra de postrera.
SIN SEMILLAS
Agricultores como Justino Hernández no tienen muchas expectativas con la postrera, sobre todo, porque no tienen ni semillas.
En esa comunidad, cuya población se identifica con el partido de gobierno, no hay presencia institucional.
Por eso, además de alimentos para resolver su actual crisis, los sembradores solicitaron semillas para asegurar la cosecha futura. “No queremos que nos la den, queremos una ayuda”, dijo Hernández.
Para los próximos días esperan resultados de las gestiones hechas con el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria. Mientras tanto, desean que el comportamiento arisco de la lluvia cambie en los próximos días. El tiempo de la próxima siembra apremia.
LA COSECHA QUE NO FUE
En San José de Cusmapa hay 760 familias afectadas por la sequía en sus cultivos.
Según datos preliminares del PMA regional, en las 27 comunidades de ese alto municipio, se cultivaron 1,050 manzanas de maíz, de las cuales se perdieron 997. De frijol, en cambio, se plantaron 650 y 617 fueron aniquiladas por el sol.
De trigo o millón se sembraron 180. Sólo 18 sobrevivieron al sol.
El PMA tiene previsto atender a mediados de este mes a 23 de esas 27 comunidades.
Ramón Noguera, coordinador territorial, dijo basado en datos del Ministerio Agropecuario y Forestal, que hay 19,000 familias afectadas por la sequía en Estelí, Madriz y Nueva Segovia.
La población en la región es de 430,953 habitantes, de los cuales un 22 por ciento vio cómo el sol cocinó a fuego lento sus alimentos de estos meses.