Carol Munguía – [email protected]
CHINANDEGA.- Las municipalidades de las zonas secas y del litoral del Pacífico de Chinandega entraron en austeridad extrema. La razón es que la transferencia gubernamental apenas cubre para algunas necesidades del gobierno local.
En esta crisis financiera que provoca el retraso de la planilla de los empleados municipales se encuentran los municipios de San Pedro de Potrero Grande, San Francisco de Cuajiniquilapa, Cinco Pinos, Santo Tomás, Somotillo, Villanueva, Puerto Morazán, Corinto, El Realejo y Posoltega.
Don Andrés Díaz, alcalde de Posoltega, indica que su transferencia la distribuye en un 70 por ciento para la planilla y un 30 por ciento para las inversiones. El presupuesto contemplado para el año 2001 dentro del municipio es de un millón 200 mil córdobas.
“Mi planilla es de 25 trabajadores y llevo un mes atrasado. Los impuestos se han bajado porque hay productores que se niegan a pagar sus obligaciones municipales”, apuntó.
Díaz alabó la cultura de pago del productor René Bequillard, quien entrega por la actividad económica de su finca cincuenta mil córdobas anuales, lo que permitió que la Alcaldía comprara terrenos para el basurero municipal y un hospital para el municipio.
Los alcaldes del norte de Chinandega están en peor situación que las del litoral del Pacífico. En aquella zona no existe actividad económica y los pueblos sobreviven de las transferencias del gobierno.
“Si no revisan esta ley pronto los alcaldes vamos a ganar 300 córdobas y sobre nuestros hombros recaerá una enorme responsabilidad que es difícil de superar en estas circunstancias”, dijo Moisés Martínez, alcalde de San Pedro de Potrero Grande.
SOBREVIVEN DE LA SOLIDARIDAD
El presupuesto anual de estas alcaldías es de un poco más de un millón de córdobas promedio. “Sobrevivimos de los organismos de solidaridad y de las ayudas pero los empleados comienzan a inquietarse por los retrasos de 3 meses”, manifestó preocupado el alcalde de Santo Tomás del Nance, José Benito Sánchez.
Jimmy Laínez, alcalde de Cinco Pinos, dijo que se puso al día con los gastos de planilla por el éxito de las fiestas patronales de su pueblo, “estuve al día hasta en febrero, pero ya volví a caer en mora con mis compañeros de labores”, indicó.
Los diez alcaldes coincidieron que la situación podría llevar a la quiebra a las alcaldías pobres.