Estimada Psicóloga: Tengo un novio al cual quería demasiado. Estuve a punto de tener relaciones sexuales con él, pero no pude por miedo; ya que soy virgen. Después de eso él ha cambiado, ya no es lo mismo.
Trabaja en Corinto. A mí sólo me visita uno o dos días y sólo es reclamarme de que ando con uno y con otro, y la verdad es que no le he sido infiel aunque él sí.
Salía con una muchacha a la que llevaba a fiestas, la sacaba a pasear y todo. Eso nunca hizo conmigo. Hay cosas de él que me tienen resentida. Ya van varias veces de que me invita a salir y me deja plantada. Él tiene más defectos que virtudes.
Desde hace unos meses acepté a un muchacho y me siento bien a su lado. Me comprende, me aconseja y ayuda, es sincero y siento que lo estoy queriendo; pero estoy confundida.
Respuesta: La gran mayoría de los hombres por todo el aprendizaje permisivo que la sociedad les ha asignado con respecto a la sexualidad y las relaciones sexuales hacen uso de un sinnúmero de artificios, argumentos, chantajes y manipulaciones para lograr así el único propósito con el que ven y perciben a una relación sexual: el de satisfacer sus deseos, de sobresaltar su virilidad.
Porque hay todavía muchos que tristemente piensan que lo más importante es cuántas relaciones han tenido y no la calidad e intensidad con las que las han vivido.
Es entonces aquí donde entra nuestra capacidad (que como mujeres debemos aprender) de reconocer y discernir entre lo que es real y lo que es fantasía, porque nunca va a haber nadie más interesado(a) en proteger tu integridad, tu cuerpo y tu vida que vos misma.
Un hombre que cambia de actitud porque te negaste a satisfacerlo, porque fuiste asertiva, porque te diste el derecho de decir “no”, es un hombre que no te merece, es uno más que entra en la lista de los que arriba te menciono.
Si eres capaz de aceptar que él tiene más defectos que virtudes, que él te ha sido infiel, que no te valora ¿para qué le das lugar en tu mente y en tu corazón? Un hombre que te hace sentir culpable por decir lo que sentís no te merece. Vos tenés toda una vida por delante. Tenés la capacidad, el deber y el derecho de escoger para tu vida lo mejor. Construí tu propio proyecto de vida y elimina de él todo aquello que te hace daño, porque la vida sólo se vive una vez y un momento y la persona que te merece y mereces va a llegar.
Nunca tengas una relación sexual sólo para satisfacer al otro. Tu cuerpo no puede ni debe de ser entregado a cualquier persona, cuídalo, mímalo y recuerda que tener una relación sexual no implica sólo el deseo, implica mucha responsabilidad, madurez, riesgos, porque vos no estás segura de lo que esa otra persona ha hecho con la suya ni con cuántas personas la ha compartido.
Aprendé a cuidarte, date tiempo para conocer a otros jóvenes respetuosos, a otras personas que te valoren. Si con tu nuevo novio las cosas no están claras aún, sé honesta con vos misma y con él y aclara tus sentimientos para que nadie más salga lastimado. No te apures, tu momento va a llegar a la persona que te quiera y te respete, la vas a encontrar.
Recuerda siempre que tu vida, tu cuerpo y tus sentimientos son valiosos, dales el lugar que merecen.