Con su risa espontánea y contagiante que la llevó al tercer lugar en el concurso de Señorita Amistad en Nicaragua en 1999, luego a ser elegida Miss Nicaragua al año siguiente y la beldad que nos representó en Miss Universo en Puerto Rico, Ligia Cristina Argüello, de 21 años, nos cuenta sus metas y lo que significa ser una Miss.
Argüello nos narra experiencias desde que estudió en el Colegio Pureza de María. Hoy ella es licenciada en Gerencia y Mercadeo, sin embargo sus metas por este año no giran en torno a lo laboral, sino más bien a los certámenes de belleza. Muestra de ello es que en junio, nuevamente Miss Nicaragua nos representará en Miss Mesoamérica.
– Contanos alguna anécdota del colegio.
Ligia Christina Argüello.- Son tantas… imagínate, toda mi vida en el Colegio Pureza.
Te puedo contar cuando estaba en tercer año y dejé por primera vez una clase, que fue química, casi me muero, ya me imaginaba que todas pasaban a cuarto año y yo no.
– ¿Tuviste novio en esos tiempos?
LCA.- No.
– ¿Porque era colegios de monjitas?
LCA.- No. Yo creo que porque nunca se presentó la oportunidad.
– ¿Qué materias te quebraban la cabeza?
LCA.- En el colegio siempre fueron las matemáticas, físicas y la química, esas me mataban… en la universidad las clases que me costaban y que tuve que hacer bastante esfuerzo fueron las contabilidades, contabilidad financiera, de costos, gerencial… todo eso.
– ¿Has sido buena alumna ya sea en el colegio o en la universidad?
LCA.- En el colegio no, lo admito, tenía altos y bajos, tampoco el boletín parecía cafetales, pero tampoco estuve en cuadro de honor… en la universidad mis notas eran mejores.
– ¿Las metas que son prioridad en tu vida?
LCA.- Yo creo que hay muchas metas en mi vida, tengo una meta para cada rol que puedo jugar. Por ejemplo mi meta personal en cuanto a desempeño familiar podría ser que quiero encontrar una persona maravillosa, con la que pueda casarme y formar un hogar para toda la vida.
– ¿Las metas profesionales?
LCA.- Me encantaría poder llegar a tener mi propia agencia de publicidad, me encanta la publicidad.
– Describí el ideal de las relaciones padres e hijos.
LCA.- Una relación ideal creo que es muy difícil (sonríe) porque no podés vivir de los ideales. Pero una buena relación entre padres e hijos creo que podría empezar con la confianza para que dé pautas a la comunicación y creo que tiene que ver mucha madurez de parte de los padres y tratar de ponerse en el lugar de los hijos, decir: yo también lo viví, y pensar cuál hubiera sido la actitud de ellos en ese momento, acordarte cómo fuiste vos y qué es lo que estás pidiendo. A veces los padres esperan que la actitud de los hijos sea demasiado madura o exigen mucho, y no se dan cuenta que ellos a esa edad hacían lo mismo, también el respeto se tiene que dar.
– ¿Cuántos hijos pensás tener?
LCA.- Pienso tener tres, pero una cosa es lo que uno quiere y otra lo que una pueda, porque si no voy a poder mantener ni siquiera a uno, pues lo siento mucho.
– ¿Cómo te consideras, vanidosa, coqueta, sexy?
LCA.- Me considero con el grado de vanidad y con el grado de coqueta que toda mujer debe de tener, es lo suficiente, yo creo que toda mujer lo es.(Lo dice con una risa de oreja a oreja).
– ¿Eres celosa?
LCA.- (Piensa) Yo creo que sí, un poco con mis amistades, tal vez porque sé que son tan valiosas y me gusta atesorarlas.
– ¿Sos posesiva?
LCA.- No, tampoco es enfermizo, eso te iba a decir, no es al extremo.
– ¿Qué cosas no dejarías por una relación?
LCA.- Hay gente que se confunde y ponen como excusa eso que dice que el amor es ciego, y yo creo que amor no quita conocimiento…
– ¿Los lugares que preferís para estar con tu pareja?
LCA.- Creo que si realmente estás muy, muy, muy contenta y enamorada de tu pareja no importa dónde estés, porque lo básico lo tenés, que es estar con esa persona, el lugar no es lo que hace importante a esa persona, podés estar en el mejor restaurante o una fritanga pero estás con esa persona.
–– ¿Tu comida preferida?
LCA.- Tengo varias. Me gusta mucho la comida nicaragüense, por el gusto y el ingenio de hacer tantas cosas de un solo producto, que es una simple mazorca de maíz. Bien dicho que somos hijos del maíz. Me gusta la comida mexicana por el picantito del chile y me gusta la italiana.
– Hablanos un poco de todas tus experiencias en Puerto Rico.
LCA.- Hay sus cositas, por ejemplo si tu compañera de cuarto fuma y vos no fumás, eso se vuelve incómodo. Con el idioma no tenés problema porque te asignan chaperonas y éstas por lo general hablan tu idioma. Los rumores no faltan, se habló mucho de la candidata de Venezuela y Estados Unidos, se decía que eran las más antipáticas. Yo me llevé muy bien con la italiana, la libanés… entre otras, compartí cuarto con la panameña. Aprendés a conocerte más.