¿Dónde estás hermosa damisela?,
Dama tan dulce y tan bella.
En el cielo cuando de noche se vela
en el sueño, Señor, en la estrella.
¿Dónde estás damisela hermosa?,
dama tan bella y tan dulce.
En el mar que tranquilo se posa
en el aire, Señor, que la idea te fuerza.
¿Dónde estás dama entre todas tan pura?
Dama del amor cargado y hambriento.
En tus ojos, en tu amor que tanto te dura
en los suspiros, Señor, con que me das alimento.
¿Dónde está la pura entre todas las damas?
Dama del amor hambriento y cargado.
En el pecho donde guardas tu alma,
en el cariño, Señor, que has anhelado.
¿Dónde estás damita que no te encuentro,
aferrada tan fuerte y tan dura?
En el corazón que tienes y enfrento,
en tu sangre, Señor, tan loca y tan pura.
¿Dónde estás que no te encuentro damita
aferrada tan dura y tan fuerte?
Siguiendo tus pasos, perdida en la cita:
en la muerte, Señor, en tu muerte.
Franklin Villanueva