Félix P. [email protected]
Respecto al artículo “No hacemos periodismo complaciente” del señor Freddy Potoy Rosales, publicado en la edición de La Prensa del miércoles 21 de febrero, si bien es cierto que no debe existir un periodismo complaciente y que los ministros de Estado no deben pretender utilizar a los medios de comunicación para levantar su imagen; por otra parte, el periodismo debe de ser sumamente objetivo. Los periodistas deben denunciar las malas actuaciones de los servidores públicos, sin embargo, en la misma dimensión deben de resaltar las buenas actuaciones de los mismos. En este sentido no intento polemizar si las primeras son mayores, menores o iguales a las segundas, simplemente que la dimensión de la noticia debe ser igual en ambos casos.
Para muestra un botón. En la mayoría de los medios de comunicación, los días lunes y martes (de la semana pasada), apareció la problemática de un instituto que mientras es reparado por el Ministerio de Educación los alumnos tienen que sufrir serios obstáculos para recibir sus clases. Sin embargo, la cobertura de la inauguración de las nuevas instalaciones del Colegio Camilo Zapata mereció reducidos espacios, incluso en La Prensa.
En lo particular creo que en la medida que el periodismo, de una manera responsable pueda equilibrar su crítica con el reconocimiento objetivo, la ciudadanía podrá contar con información responsable. Al igual que los funcionarios, que como dice el Sr. Potoy quieran labrar su imagen, que se vayan a Hollywood, que los periodistas que quieran destruir en lugar de construir, que se vayan a El Mercurio.