Cualquier partido político deseoso de ganar amigos y votos, debe primero preocuparse por reorganizar el actual sistema irracional empleado para tramitar tarjetas de circulación y placas para vehículos.
Como en otros países, la administración de este sistema debe ser quitada a las autoridades existentes actualmente y transferida al Ministerio de Transporte, que tiene la capacidad para dar un servicio rápido y racional. El registro de tarjetas de circulación y de placas es una función burocrática, y no una función policial.
La Policía de Tránsito se ha mostrado incapaz para entregar las placas en un tiempo razonable; pues hay que gestionar por meses, esperando por horas en largas colas sólo para conseguir placas nuevas.
En otros países, los vehículos nuevos son entregados a los compradores con las placas ya puestas en los vehículos.
Patrick Sayers
Las Colinas