El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó la creación de una nueva ley para unificar las leyes orgánicas del Banco Central de Nicaragua (BCN) y la Superintendencia de Bancos y otras Instituciones Financieras (Siboif), con la cual esta última perderá autonomía al quedar supeditada al Banco Central.
El Artículo 4 de la iniciativa de ley de Administración del Sistema Monetario y Financiero establece que “las instituciones que conforman la administración del sistema monetario y financiero gozarán de autonomía, orgánica, funcional, administrativa, financiera y presupuestaria”.
Sin embargo, a criterio de un especialista financiero que solicita anonimato, con esta nueva ley la Siboif perderá parte de su autonomía. “Se podría interpretar que el BCN busca ejercer mayor control o influir directamente en la regulación bancaria”, advierte.
La nueva ley, que sería aprobada por la Asamblea Nacional de manera expedita, mantiene separada las funciones de cada una de las instituciones, pero crea un solo órgano de dirección llamado Consejo Directivo Monetario y Financiero, que estará integrado por la Siboif, el BCN, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, y otros cuatro miembros no ejecutivos.
El especialista señala que la Siboif se ha mantenido como una “institución seria, orientada exclusivamente al cumplimiento de su función reguladora y técnica en el ámbito financiero”, y que no ha sido utilizada por el régimen para actos políticos, a como sí lo ha hecho con otras instituciones.
“Desde su creación, la SIBOIF ha mantenido un enfoque despolitizado, caracterizado por un alto componente técnico. Nunca se ha utilizado como plataforma para actividades políticas, manifestaciones partidarias o cualquier tipo de movilización como mandar a rotondear a sus funcionarios y colaboradores”, indica.
Contradicciones entre el BCN y la Siboif
El experto también indica que hasta la fecha la Siboif ha podido reinterpretar leyes y emitir resoluciones sin contar con la aprobación del Banco Central. “Como la más reciente, que básicamente desconocen o reinterpretan leyes absurdas como la que supuestamente beneficiaban a personas sancionadas”.
“Las recientes resoluciones del Banco Central, como la de cobrar y pagar las tarjetas de crédito exclusivamente en córdobas en los POS, han generado interpretaciones distintas entre ambas instituciones. Todo esto tiene implicaciones legales y operativas de parte de la Siboif. Este tipo de medidas, que afectan directamente al sistema bancario, parecen haber incrementado las diferencias en torno a la autonomía de la Siboif”, explica el especialista financiero.
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Por otro lado, la nueva ley mantiene la facultad de la Siboif para vetar o remover a altos cargos dentro de las instituciones financieras reguladas, como los bancos. Es decir, no se le está dando a la Siboif una nueva facultad que implique intervenir los bancos que operan en el país.
Otro aspecto que también está en la ley y que ahora formará parte del nuevo proyecto, es la obligatoriedad de las personas naturales y jurídicas de brindar información estadística, financiera y económica al BCN y la Siboif, que incluso podrá asistirse de la Policía para hacerlo.
El artículo 137 que habla sobre el apoyo de la fuerza pública indica que “la Superintendencia podrá requerir el auxilio de la fuerza pública si encuentra obstáculos o resistencia en el cumplimiento de las funciones de supervisión, inspección y vigilancia a su cargo. Para tales efectos, la fuera pública estará obligada a prestar a la Superintendencia todo el auxilio que fuere necesario, sin perjuicio de las responsabilidades legales que hubieren incurrido los actores”.
En el caso del BCN, su ley orgánica en el artículo 72, establece que además de las instituciones públicas, “los bancos, instituciones financieras y cualquier persona natural y jurídica con residencia o domicilio en el territorio nicaragüense, sea nacional o extranjero, están obligados a proporcionar al Banco Central las informaciones estadísticas que este les solicite en ejercicio de las atribuciones que le confiere la ley”.
Esta misma obligatoriedad se recoge en la nueva ley que regirá ahora al BCN y la Siboif, donde se agrega el componente financiero, tomando en cuenta la naturaleza de la Superintendencia que regula en materia financiera. Esto está establecido en el artículo 24 de la nueva ley.