El VAR llamó al árbitro hondureño Selvin Brown para avisarle de un posible penalti a favor del Alajuelense en el minuto 40. La jugada había sucedido casi un cuarto de hora antes y el vídeo arbitraje intervino para que la revisara Brown. Otra jugada similar ocurrió en el minuto 90+3 cuando el Real Estelí estaba encimado buscando la victoria. El centro de Josué Quijano dio en la mano de Ian Lawrence, pero el VAR a cargo de la catracha Melissa Borges decidió que no era mano, una decisión que debió ser tomada por Brown.
Henry Bejarano, analista arbitral del diario La Teja de Costa Rica, fue contundente al referirse sobre la jugada más polémica que dejó la Final en el duelo de ida de la Copa Centroamericana. Bejarano fue tajante al respecto. “Fue un error, pues sí era penalti, es una mano de penal, hay un movimiento de manos hacia el balón en el cual genera un espacio en el que el jugador agranda su cuerpo por lo tanto sin era un penal sancionable. Me extraña que el VAR no ingresara porque era una mano muy clara y no natural, por lo que tenía que sancionarse”, opinó.
Para Bejarano el árbitro tuvo que haber ido a revisar el VAR como sí lo hizo en el primer tiempo en otra falta que para él era clara por un agarrón sobre Santiago Van Der Putten. El partido acabó 1-1, pero esa jugada pudo cambiar el desarrollo del encuentro.
El partido de vuelta de disputará el próximo miércoles en el Estadio Morera Soto de Alajuela donde el Real Estelí intentará hacer historia convirtiéndose en campeón internacional por primera vez, algo que se complicó al no señalarle ese penalti.