En medio de la destrucción de la institucionalidad, con una reforma constitucional que profundiza la crisis política en Nicaragua y garantiza la permanencia de la dictadura en el poder, el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió ayer un comunicado donde alabó todas las políticas económicas del régimen de Daniel Ortega tras la visita de una misión esta semana en el marco de la consulta del Artículo IV de 2024, una obligación que deben cumplir los miembros de ese organismo.
“Nicaragua mantiene un sólido desempeño económico, respaldado por políticas macroeconómicas prudentes y flujos de remesas muy sólidos. La economía sigue siendo abierta y resiliente, después de enfrentar múltiples shocks importantes desde 2018, y en un contexto de sanciones internacionales y reorientación del financiamiento oficial”, comienza resaltando el comunicado.
La misión visitó Managua del 11 al 22 de noviembre y se reunió con el presidente del Banco Central y operador económico de la dictadura, Ovidio Reyes, así como con el viceministro de Finanzas, Adrián Chavarría, otros altos funcionarios y representantes de los bancos y la comunidad internacional.
Según la misión “la tasa de pobreza estimada continúa disminuyendo, pero se mantiene por encima del promedio regional”. Con base a una línea de 3.65 dólares por día y citando datos de Banco Mundial, la tasa de pobreza la situó en 12.5 por ciento.
La delegación considera que las perspectivas económicas apuntan a un crecimiento sostenido en Nicaragua, “en medio de políticas macroeconómicas prudentes y posiciones externas y fiscales sólidas. Se espera que la inversión pública respalde el crecimiento en 2025”.
Pese a ello, la tasa de crecimiento económico seguirá por debajo de los niveles previos del 2017. “Se espera que el crecimiento del PIB real se modere al 3,5 por ciento, dada una menor contribución laboral debido a la emigración reciente y decisiones prudentes de inversión privada. Se espera que las reservas internacionales crezcan a un ritmo más lento que en el pasado reciente, dados los menores superávits de cuenta corriente, pero seguirán siendo abundantes”, indicó.
El escenario optimista de la misión sobre la economía de Nicaragua está marcado por riesgos. “Los riesgos al alza incluyen una demanda interna más fuerte y un crecimiento de las remesas, especialmente en el corto plazo. Los riesgos a la baja incluyen un menor crecimiento global, un deterioro en los términos de intercambio, desastres naturales, sanciones internacionales más estrictas y amplias, y un cambio en las políticas de inmigración en los Estados Unidos”, señala.
Para el 2025, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima en 4 por ciento el crecimiento económico, una tasa similar a la esperada este año, pero por debajo del 4.6 en el 2022.
En medio de la amenaza de desequilibrios en el sistema financiero tras la decisión del régimen de Ortega de obligarlos a reabrir cuentas de personas sancionadas a nivel internacional, lo que dejaría a la banca excluida del engranaje internacional, el régimen le dijo al FMI que “los bancos tienen liquidez y están bien capitalizados, y aunque los préstamos en mora aumentaron recientemente, siguen siendo bajos”.
“Los superávits fiscales y externos gemelos están llevando a una disminución constante de la relación deuda pública/PIB y a la acumulación de fuertes reservas para absorber los shocks. La inflación es baja y estable, y el Banco Central de Nicaragua (BCN) ha iniciado un ciclo de flexibilización”. Esto último refiriéndose a la decisión del máximo emisor bancario de reducir sus tasas de interés.
“La misión reconoce los esfuerzos continuos para preservar la sostenibilidad fiscal, al tiempo que se apoya el crecimiento a mediano plazo. Las autoridades continúan fortaleciendo los amortiguadores fiscales, incluso mediante la mejora de la administración tributaria y la eficiencia del gasto, y apuntan a aumentar la inversión pública para apoyar el crecimiento a mediano plazo.
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En materia fiscal, la misión recomiendó al régimen adoptar medidas fiscales permanentes adicionales para financiar un mayor gasto social. Tambièn seguir mejorando la transparencia fiscal y la supervisión de las empresas públicas para minimizar los riesgos fiscales e identificar soluciones permanentes, sostenibles e integrales para abordar los desequilibrios en el sistema de seguridad social.
“La combinación actual de políticas es adecuada, y los esfuerzos de las autoridades para fortalecer el mecanismo de transmisión monetaria son bienvenidos. El BCN está manteniendo una política monetaria moderadamente restrictiva, mientras que la política fiscal ha sido apropiadamente restrictiva y contracíclica. Ambas políticas están avanzando hacia una postura neutral y han apoyado la estabilidad de precios, el crecimiento y una amplia acumulación de reservas internacionales en consonancia con el régimen cambiario actual. La misión recomienda mejorar la comunicación de la política monetaria para ayudar a fortalecer la transmisión de la política monetaria”, señala.
En materia financiera, el Fondo consideró que “sigue importante avanzar en los esfuerzos para promover la profundización financiera y mantener la estabilidad financiera. La relación crédito/PIB se mantiene por debajo de la relación anterior a los shocks múltiples, y los depósitos bancarios y el crédito siguen creciendo a un ritmo sólido. La misión recomienda mejorar el desarrollo financiero y la inclusión financiera para apoyar el crecimiento inclusivo”.