En medio de una ola de especulaciones sobre una posible recesión mundial desencadenada en Estados Unidos, que provocaría graves daños a las economías de la región, incluida la de Nicaragua, los especialistas aseguran que son rumores infundados y que la primera economía del mundo sigue dando señales de que no hay recesión a la vista.
El economista Néstor Avendaño explicó en el artículo No hay señales de recesión, publicado en su blog, que el desplome de la Bolsa de Valores de Nueva York del 2 de agosto, se atribuyó a la desaceleración del mercado laboral de Estados Unidos, porque en julio su tasa de desempleo se ubicó en 4.3 por ciento, el porcentaje más alto en casi tres años y 2 décimas por encima del 4.1 por ciento esperado para ese mes.
Sin embargo, el economista asegura que en realidad lo que provocó el desplome de las Bolsas de Nueva York y de otras de Europa y Asia, y fortaleció los rumores de una posible recesión, fue que el Banco de Japón endureció su política monetaria. También, la decisión del Banco Central o Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por su sigla en inglés), de mantener las tasas de interés en un rango alto de entre 5.25 y 5.50 por ciento.
Lea además: Ortega enfrenta graves problemas para obtener los desembolsos de préstamos y donaciones
¿Cómo respondió el BCN?
Tras el anuncio de la Fed, el Banco Central de Nicaragua (BCN) recordó que la Tasa de Referencia Monetaria (TRM) se establece en correspondencia con la evolución de las tasas de interés internacionales y de las condiciones monetarias internas. Por tanto, decidió mantenerla en 7 por ciento. “La TRM es la tasa de interés que utiliza el BCN como referencia para señalizar el costo en córdobas de las operaciones monetarias de liquidez a 1 día plazo”, dice el comunicado del BCN.
Y añade que el BCN también mantuvo en 8.25 por ciento la tasa de las ventanillas de Reportos Monetarios y en 5.75 por ciento, la de Depósitos Monetarios, ambas al plazo de 1 día para operaciones monetarias en córdobas sin mantenimiento de valor.
“El BCN ha mantenido la TRM estable en 7 por ciento desde diciembre de 2022, mientras que el Comité Federal de Marcado Abierto de la Fed también ha mantenido estable el rango de la tasa de fondos federales entre 5.25 y 5.50 por ciento desde mayo de 2023, el nivel más alto en más de dos décadas.
Según publicaciones periodísticas la decisión de la Fed mantener altas las tasas no fue bien recibida por los inversionistas, que esperaban un recorte de esta, ya que eso implica abaratar el precio del dinero prestado, lo que en teoría impulsará la economía, y al no contar con ese estímulo correría el riesgo de caer en recesión.
Lea además: A seis meses del TLC con China, compras de productos nicaragüenses no superan los US$50 millones
¿Qué anunció el Banco Central de Japón?
Pero antes que la Fed anunciara la tasa de desempleo de julio, diversos medios especializados informaron que el Banco Central de Japón endureció su política monetaria en dos frentes. Subió la tasa de interés desde un rango de entre 0.0 y 0.1 por ciento hasta 0.25 por ciento, de tal modo que la tasa de referencia se ubicó en su nivel más alto desde 2008; además, anunció que reducirá gradualmente la compra de bonos, hasta llevarla en el primer trimestre de 2026 a unos 19,900 millones de dólares mensuales, es decir alrededor de la mitad del monto actual.
El anuncio provocó que el yen se apreciara en alrededor de 1.55 por ciento frente al dólar, que el rendimiento de la deuda pública a diez años se elevara en 6 puntos básicos y que el de los bonos a dos años alcanzara su nivel más alto en 15 años.
En el contexto internacional el anuncio del Banco Central de Japón, provocó el desplome de la Bolsa de New York y esto a su vez disparó el temor de una posible recesión que afectaría al resto de países incluida Nicaragua.
Avendaño explica que una recesión, o una caída de la producción por al menos dos trimestres consecutivos, se fortalece por la reducción de los gastos de consumo e inversión, del empleo y de los ingresos, porque las tasas de interés son altas y el crédito es restrictivo, o porque un choque de oferta acelere la tasa de inflación.
¿Afectaría esa recesión a Nicaragua?
En el primer trimestre de 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos creció 1.3 por ciento, tres décimas menos en relación al 1.6 por ciento previsto, sin embargo, los especialistas no creen que hayan “signos de una recesión inminente”.
El temor surge, según Avendaño, por el efecto global que provocaría. Si la economía de Estados Unidos se desacelera y cae, en Nicaragua los canales de transmisión de los efectos de esa recesión se concentrarían en: la disminución de las exportaciones, principalmente por la caída de la demanda de commodities (insumos o materias primas); la profundización del déficit en la balanza comercial de la balanza de pagos; la menor transferencia de remesas; la caída de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED); y la reducción de la afluencia de turistas estadounidenses.
La crisis financiera que surgió en Estados Unidos a mediados de 2007 contrajo el crédito y redujo los flujos comerciales, el empleos y los medios de subsistencia para millones de personas en todo el mundo. Se considera que la recesión de 2008-2009 es la peor desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero en 2020, la pandemia de covid-19 provocó una paralización que provocó la caída del 4.3 por ciento de la economía mundial, es decir, cerca de 2.5 veces más que durante la crisis de 2009, cuando la economía de Nicaragua cayó 1.5 por ciento, en cambio en 2020 con la pandemia y la crisis sociopolítica que el país enfrentaba cayó 2 por ciento.
No hay señales de recesión
Sin embargo, y a pesar de los rumores, el economista asegura que no hay señales de que la economía de Estados Unidos caerá en recesión. “Tampoco se observan señales de que ocurrirá una recesión Nicaragua”, asegura Avendaño cuya afirmación va en la misma tendencia de otros especialistas.
El 15 de agosto, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció que en julio las ventas al por menor subieron 1 por ciento. Este porcentaje invirtió la desaceleración de junio y se convirtió en el más alto de los últimos dos años. Se dinamizaron las ventas de automóviles y se registraron incrementos generalizados en restaurantes, bares, electrónicos, muebles, artículos para la salud y comestibles. Además, Walmart, el mayor minorista del país, confirmó que obtuvo utilidades superiores a las esperadas y elevó sus previsiones para el resto del año.
A esto se sumó que el Departamento del Trabajo de Estados Unidos, anunció que en julio el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un crecimiento interanual de 2.9 por ciento. Dicho porcentaje representa una desaceleración de una décima con respecto al mes anterior y marca su nivel más bajo desde marzo de 2021.
Bolsa supera niveles previos al desplome
Aunque la Bolsa de Valores ya se había recuperado de su desplome, tras la divulgación de estos reportes oficiales, los tres principales índices bursátiles. el Dow Jones, el S&P y el Nasdaq, subieron por encima del nivel previo al desplome, despejando aún más los temores de una posible recesión.
“Todo el mundo intenta hablar mal de la economía, pero presten atención a lo que hace la gente: están aumentando su gasto…Eso indica que la economía (de Estados Unidos) sigue siendo sólida”, le dijo el economista de PNC Financial Services Group, Gus Faucher a Infobae.
Pese a que los temores la la posible recesión se despejaron, los especialistas aseguran que los costos elevados de los créditos, por las altas tasas de interés, han ralentizado sectores clave de la economía, como el inmobiliario y el manufacturero. Pero también han contribuido a reducir la inflación desde un máximo del 9.1 por ciento hace dos veranos hasta el 2.9 por ciento en julio de 2024.
Los inversionistas esperan que de mantenerse la debilidad del mercado laboral la Fed baje las tasas de interés en septiembre, pero en general las proyecciones no contemplan una recesión. “Nuestra hipótesis de trabajo sigue siendo la de un crecimiento más lento pero sólido en la segunda mitad del año, con un riesgo limitado de recesión en los próximos 12 meses”, le dijo a la BBC Dario Messi, investigador del banco de inversión Julius Baer.