La Hija de Todas Las Rabias, la primera película de la cineasta nicaragüense Laura Baumeister, es una interesante historia que toca varios aspectos sensibles de la experiencia humana de la infancia. Explora la relación de amor madre-hija, así como nuestra necesidad de amor en la niñez y el poder de los sueños y la esperanza.
La película fue estrenada en 2022 y le tomó a la directora y guionista unos cinco años entre el nacimiento de la idea y la finalización del proyecto. Fue filmada en Nicaragua y excepto por dos actores mexicanos, los actores son nicaragüenses, no profesionales, naturales, como la protagonista, la niña Ara Alejandra Medal (María). La madre (Lilibeth) la interpreta Virginia Sevilla, una actriz de teatro popular callejero.
La película es el quinto largometraje de ficción que se rueda en Nicaragua en toda la historia de la producción audiovisual del país.
El filme ha sido exhibido por unas dos semanas en Cine Magaly, una sala donde se pueden ver películas artísticas, cine de gran calidad, además de cintas de taquilla. Está ubicada en el Barrio La California de San José, la capital costarricense. Se lo podrá ver aún este sábado 15 de junio y este domingo 16 de junio.
Esta es una historia triste y dura, y dulce y tierna a la vez. La acción del filme transcurre a orillas del Lago Xolotlán en un basurero municipal. Cualquier nicaragüense, sobre todo un managua, reconocerá el infame botadero de La Chureca. María es una niña muy especial y poseedora de una gran imaginación. Vive solo con su madre Lilibeth. Inmersas en una honda pobreza, Lilibeth, para usar una frase muy nica, “se la rebusca” (¨la pulsea”, dirían los ticos). Trabaja muy duro para lograr sobrevivir y cuidar de su hija, y, además de ser pepenadora, hace de todo para ganar dinero.
Entre otras cosas, cuida de unos perros ajenos que un jefe pandillero venderá. Sin querer, María envenena a los perros por accidente. Su madre decide entonces llevarla a un centro de reutilización de desechos, donde hay otros muchos menores explotados laboralmente. Deja allí a María y se va, prometiéndole que
volverá por ella. ¿La abandona? No es claro. ¿Es un acto irresponsable o un acto de amor para que María aprenda a sobrevivir en un mundo hostil?
María es rebelde y rehúsa aceptar la permanente ausencia de su mamá. Todos los días se pregunta cuándo regresará y dónde está. La nostalgia la embarga. En sus sueños, la madre viene a ver a María transfigurada en una gata, un bello instante lleno de arte. María toma un día una decisión trascendental.
¿Puede ser el abandono un acto de amor?
En una entrevista para la página web del Instituto Mexicano de Cinematografía, Baumeister confesó sobre su idea: “Desde cortos anteriores venía explorando este vínculo primario entre madre e hija. Quería desmitificar o ampliar la idea de abandono, en qué contexto se tendría que dar para que el abandono fuera un acto de amor, sobrevivencia de la cría. No sólo lo imagino anatómicamente, también socialmente, suele verse como algo terrible y a mí me gusta provocar cimientos. A partir de ese juego surgió esta relación madre-hija interrumpida”.
Laura Baumeister es originaria de Managua, nació en una familia de origen alemán. Vive y trabaja en México. “La Hija de Todas las Rabias” es su primer largometraje de ficción y el quinto largometraje de ficción realizado en Nicaragua en su historia. Ha sido presentada en varios festivales como San Sebastián, Toronto y Morelia, donde ha sido bien recibida. Es una coproducción Nicaragua-México-Holanda.
Se podrá ver este filme en Cine Magaly el sábado 15 de junio a las 3.10 de la tarde, y el domingo 16 de junio a las 6.05 de la tarde.
El autor es exeditor de LA PRENSA y un cinéfilo empedernido.