México, un país en vías de desarrollo, no sale del azote de las bandas criminales, que con el actual gobierno se han fortalecido. También es el país más peligroso para ejercer la profesión de periodista, y la corrupción no permite el progreso, por lo que el reto para el que gane la presidencia es grande.
México, vive la antesala de su elección presidencial más importante de su historia para este próximo 2 de junio y quien gane tomará posesión del cargo el 1 de octubre. En estas elecciones se renueva la Presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados y las gubernaturas de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Ciudad de México.
Lo sorprendente del proceso presidencial es que las dos principales alianzas electorales designaron para el cargo presidencial a una mujer. También existe una tercera fuerza encabezada por un hombre que no se debe descartar. Pero me centraré en las mujeres.
La importancia de que una de estas dos fuerzas políticas gane la presidencia, es de suma importancia no solo para México, sino para la comunidad internacional. La señora Claudia Sheinbaum es la candidata de la alianza entre Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Hasta el momento, las encuestas favorecen al partido gobernante y ante un posible triunfo de la morenista, se cree que el rumbo de la política mexicana seguirá igual, pero existen unos analistas que aseguran que, de ganar, esta romperá con el actual mandatario y gobernara por su propia cuenta.
La candidata morenista, ha contado con el respaldo del actual presidente mexicano, algo que la Ley electoral mexicana prohíbe, el mandatario también ha buscado socavar las instituciones electorales para controlarlas con su partido político y por supuesto, contar los votos.
La señora Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, senadora panista y originaria de Hidalgo, es la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, conformada por el Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido de la Revolución Democrática (PRD) para la Presidencia de la República, y fue considerada ganadora del segundo debate presidencial. De ganar la señora Gálvez, cambiará la actual política mexicana en todo su sentido.
Pero volviendo a la mujer que gane, indicará en América Latina la importancia de su participación en la política, en donde no es común ver una mujer desempeñarse como primera mandataria de una nación. En Europa, la mujer es más relevante en el cargo de primera ministra.
En nuestros países, todavía tercermundistas, es admirable que una mujer se abra espacio en un terreno dominado desde hace tiempo por hombres. Aun así, todavía queda trabajo pendiente por hacer para valorar el trabajo y capacidad de esa mujer extraordinaria.
El autor es comentarista político.