Fallecimiento. El doctor Carlos Tünnermann Bernheim murió en un hospital de Managua a las 11:30 de la noche del pasado martes 26 de marzo de 2024, un mes y quince días antes de cumplir 91 años. “No podremos estar más orgullosos de su vida y su legado, una vida llena de compromiso y entrega”, expresó su familia. La noticia de su fallecimiento tuvo eco internacional e incluso apareció en los medios de la dictadura Ortega Murillo, pese a que Tünnermann fue un destacado opositor.
Amor. Se sentía orgulloso de haber amado a una sola mujer a lo largo de casi toda su vida: su prima Rosa Carlota Pereira Bernheim, tres años menor que él. Cuando eran adolescentes se enamoraron y el 23 de marzo de 1959, hace 65 años, iniciaron una relación que solo la muerte pudo disolver. “Se podría decir que soy una persona afortunada porque la mayoría de mis sueños se han cumplido. El primer sueño que tenía desde adolescente fue casarme con Rosa Carlota, mi prima, y lo cumplí”, dijo en entrevista con la revista Magazine en 2019.
Debut. Le faltaba un último examen para obtener su título de abogado cuando defendió a su antiguo compañero de clases, Tomás Borge, en el Consejo de Guerra organizado tras el asesinato de Anastasio Somoza García a manos de Rigoberto López Pérez. Era enero de 1957 y Tünnermann tenía 24 años; sin embargo, pese al riesgo que conllevaba, aceptó la petición de Borge, acusado como encubridor del crimen. “Como creí que no era culpable —y efectivamente no lo fue— lo defendí. La actuación posterior de Tomás fue muy diferente a lo que yo esperaba de él. Si ahora me pidieran que yo lo defendiera en una causa, yo no lo defendería”, reveló Tünnermann a la revista Magazine en noviembre de 2017.
Vecino difícil. La casa del doctor Tünnermann se encuentra en el reparto El Carmen. Este es el mismo barrio donde se halla la fortaleza habitada por la familia de Daniel Ortega, Rosario Murillo y muchos de sus descendientes. El Carmen es una zona fuertemente vigilada. Por ello quienes querían visitar a Tünnermann, ya fueran amigos, periodistas o parientes, debían pasar por al menos dos retenes donde los policías de turno solicitan documentos de identificación.
Autonomía. Fue uno de los principales impulsores de la autonomía universitaria en Nicaragua. El primer proyecto de Ley de Autonomía fue elaborado por él en 1954. Tras la muerte del doctor Mariano Fiallos Gil, en 1964, Tünnermann lo sucedió en la rectoría de la Universidad de León, cuando apenas tenía 30 años de edad. “Ningún otro pudo haber llevado adelante, para completarla, la tarea de renovación de la universidad iniciada por el doctor Fiallos Gil”, destacó el escritor Sergio Ramírez Mercado en su artículo homenaje “Un maestro para siempre”. El rectorado del doctor Tünnermann duró diez difíciles años en los que afrontó la hostilidad de la dictadura de los Somoza contra la universidad y defendió su autonomía.
León Viejo. El 26 de abril de 1967 investigaciones encabezadas por Tünnermann condujeron a la relocalización de las ruinas de León Viejo, la ciudad que dormía desde hacía tres siglos y medio bajo una capa de ceniza volcánica y lodo de aluviones. En ese tiempo era rector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León). Hasta entonces “las ruinas ilustres” habían sido “dadas por perdidas o imaginadas bajo las aguas del Lago de Managua”, detalló el propio Tünnermann en agosto de 2023 en su artículo “Breve historia de León Viejo”, publicado en LA PRENSA, donde por muchos años colaboró como fuente y en las páginas de opinión.
Poesía. Amaba la poesía y de esa forma la estudiaba. Escribió artículos sobre la obra de Alfonso Cortés y Salomón de la Selva, entre otros poetas. Era uno de los más respetados estudiosos darianos, fuente obligatoria cuando se hablaba de la vida y obra del bardo. Desde niño escribió ensayos sobre Rubén Darío y recopiló varios artículos del poeta para publicar un libro. Otro vínculo con la poesía es su parentesco con su tío Juan Ramón Avilés, poeta y periodista, fundador del periódico La Noticia.
Maestro. Fue profesor de personalidades como el escritor Sergio Ramírez Mercado y la doctora Vilma Núñez, gran activista por los derechos humanos. La clase de Tünnermann era tan amena que, a pesar del clima leonés, nadie se quedaba dormido, recordó doña Vilma en diciembre de 2018. En aquel momento el maestro Tünnermann era un muchacho todavía soltero que llegó a romper los esquemas impuestos por profesores viejos y protocolarios.
Títulos. En los años setenta fue miembro del Grupo de los 12, compuesto por personalidades que se oponían a la dictadura de Somoza. El nuevo gobierno revolucionario lo nombró ministro de Educación y desde ese cargo impulsó la Cruzada Nacional de Alfabetización. Más tarde fue embajador de Nicaragua en Washington, de donde fue expulsado por el gobierno estadounidense en 1988. También fue embajador ante la OEA y consejero especial del director general de la Unesco para América Latina y el Caribe. En 1995 ingresó a la Academia Nicaragüense de la Lengua y fue presidente del Centro Nicaragüense de Escritores. Pese a su hoja de vida, era un hombre sencillo que trataba con educación a todos por igual y nunca negaba una entrevista.
Oposición. En su juventud fue un férreo opositor a la dictadura de los Somoza y, aunque en los ochenta formó parte del gobierno revolucionario, en 1990 se alejó del Frente Sandinista, decepcionado por los abusos cometidos y, sobre todo, por la confiscación masiva de propiedades que se conoció como “La Piñata”. En su lucha por la democracia, fue miembro fundador de Ética y Transparencia y el Movimiento por la Democracia, entre otras organizaciones. Durante los últimos años de su vida se opuso abiertamente a la dictadura Ortega Murillo. Participó en el Diálogo Nacional de 2018, la Alianza Cívica (la cual abandonó en octubre de 2020) y la Comisión de Buena Voluntad. Sus grandes esfuerzos no vieron frutos. El doctor Tünnermann murió sin haber presenciado el retorno de la democracia al país por el que tanto hizo.