Ya sea física o psicológica, la agresión y otras formas de violencia entre compañeros no son nada nuevo. De hecho, las tendencias generales se mantienen estables.
Sin embargo, un estudio realizado en 44 países de Europa, Asia central y Canadá indica un aumento del ciberacoso desde 2018.
El estudio “Health Behaviour in School-aged Children” (HBSC), publicado el 27 de marzo de 2024 por la OMS/Europa (Organización Mundial de la Salud), muestra “el aumento en la digitalización de las interacciones de los jóvenes” como causa principal del ciberacoso.
En un comunicado de prensa emitido el mismo día, el director regional de la OMS en Europa, Hans Kluge, afirmó que el informe era “una llamada de atención”.
“Dado que los jóvenes pasan hasta seis horas al día conectados a Internet, incluso pequeños cambios en los índices de acoso y violencia pueden tener profundas implicaciones para la salud y el bienestar de miles de personas”, afirmó Kluge, destacando las autolesiones y el suicidio como posibles consecuencias.
Las conclusiones principales del estudio
Los investigadores pidieron a los participantes del estudio -adolescentes de 11, 13 y 15 años- que informaran sobre su comportamiento y sus experiencias respecto al acoso escolar.
En promedio, más chicos que chicas admitieron haber infligido violencia a sus compañeros al menos entre 2 y 3 veces al mes durante “los últimos meses” (antes del momento de la encuesta).
La ” predominancia general del ciberacoso” es más alta a los 13 años y “significativamente más alta” entre los varones de todas las edades, según los autores del estudio.
Asimismo, señalaron que, entre los varones encuestados, los de 15 años de Lituania eran los más propensos al ciberacoso. Entre las chicas, las de 13 años de Rumanía eran las más propensas a este comportamiento.
En cuanto a los receptores, aproximadamente uno de cada diez chicos y chicas declararon haber sido acosados en la escuela al menos dos o tres veces al mes en los últimos meses.
Uno de cada 10 adolescentes declaró haber participado en peleas físicas al menos tres veces en los últimos 12 meses (el 14 por ciento de los chicos y el 6 por ciento de las chicas).
Ciberacoso: ¿una cuestión de género?
Según los investigadores, los chicos mostraban una mayor tendencia a la agresividad y a participar en peleas físicas que las chicas.
Tanto los chicos como las chicas mostraban una tendencia similar al ciberacoso. Pero se detectó un aumento del ciberacoso entre las niñas de 11 y 13 años.
¿Cómo define el estudio el ciberacoso?
En la encuesta, los investigadores preguntaron a los jóvenes si habían enviado (o participado en el envío de) “mensajes instantáneos malintencionados, publicaciones en el muro o correos electrónicos, o si habían publicado o compartido fotos o videos en línea sin permiso”.
Los autores afirmaron que, si bien el acoso había sido “tradicionalmente” una forma “presencial” de violencia entre iguales, “las formas virtuales de violencia entre pares han cobrado una importancia considerable desde el inicio de la pandemia de […] COVID-19, cuando el mundo de los jóvenes se hizo cada vez más virtual en tiempos de encierro”.
Reducir el ciberacoso
Los investigadores afirman que esperan que sus hallazgos mejoren la comprensión del acoso y la violencia entre iguales que sufren los adolescentes en Europa, Asia Central y Canadá y permitan a los expertos “orientar eficazmente las posibles intervenciones”.
Eso incluiría “estrategias sensibles al género” para abordar y reducir el problema del acoso y programas para promover la alfabetización digital, la empatía y la resolución sana de conflictos.
En un correo electrónico enviado a DW, Joseph Hancock, del HBSC, escribió: “El éxito requiere una colaboración continua entre todas las partes implicadas. Solicitamos a individuos, familias, escuelas, comunidades y gobiernos que trabajen codo con codo para garantizar que todos los adolescentes dispongan de entornos seguros y de apoyo para crecer.”
El estudio abarcaba más aspectos del acoso escolar de los que hemos podido tratar en el espacio de este artículo.
https://www.who.int/europe/publications/i/item/9789289060929