En los últimos años en Nicaragua y Venezuela, países sumergidos en extremas dictaduras, donde no existen procesos de transición democráticos y donde vulneran todos los derechos fundamentales, se ha utilizado la inhibición de potenciales contendientes que pueden fácilmente quitarle el poder a los regímenes de Nicolás Maduro y Daniel Ortega.
La opositora María Corina Machado fue inhabilitada para seguir en el proceso de candidatura presidencial en Venezuela el pasado 26 de enero de 2024.
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela anunció que “la ciudadana María Corina Machado Parisca está inhabilitada para ejercer funciones públicas por un periodo de quince (15) años, de acuerdo con la Resolución número 01-00-000285, de fecha 16 de septiembre de 2021, emanada de la Contraloría General de la República”, informó el tribunal.
Machado reaccionó en su cuenta de X, y señaló que “el régimen decidió acabar con el Acuerdo de Barbados. Lo que NO se acaba es nuestra lucha por la conquista de la democracia a través de elecciones libres y limpias. Maduro y su sistema criminal escogieron el peor camino para ellos: unas elecciones fraudulentas. Eso no va a pasar. Que nadie lo dude, esto es hasta el final”, subrayó.
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Aunque fue inhabilitada, María Corina dijo que descarta abandonar la candidatura tras inelegibilidad, “Nicolás Maduro no va a escoger el candidato de la gente, porque la gente ya escogió su candidato, punto”, expresó Machado.
Resultado del temor
Para el opositor nicaragüense Félix Maradiaga —quien fue inhabilitado por el régimen de Daniel Ortega en 2021—, las inhibiciones de candidatos potenciales que quieren hacerle frente a las dictaduras son el resultado del temor que Ortega y Maduro le tienen a esos liderazgos democráticos.
“Entiendo que algunas personas consideran que oponerse electoralmente a las dictaduras es una mala estrategia. Algunos inclusos dicen que es colaborar. Yo disiento de esa opinión porque más bien creo que a las dictaduras hay que enfrentarlas con valentía desde todos los frentes y trincheras que sean cívicamente posibles”, destaca Maradiaga.
La inhibición de María Corina en Venezuela le hace recordar lo acontecido en Nicaragua en el 2021.
“Organizarse políticamente como lo hace María Corina Machado en Venezuela o como algunos lo hicimos en Nicaragua, es algo que irrita enormemente a los dictadores porque se les quita la supuesta excusa de que están en el poder porque no hay oposición”, subraya, mientras agrega que dictadores como Maduro o como Ortega quisieran que nadie se organizara “y los dejara hacer su circo electoral sin ninguna oposición y sin necesidad de inhibir a nadie”.
Sin embargo, analiza que cuando los dictadores llegan al punto de inhabilitar a candidatos “exponen mundialmente el fracaso de sus modelos y se abren las puertas para más sanciones y para una mayor etapa de presión”.
Maradiaga dijo a LA PRENSA que tomar el paso de competir con las “dictaduras es una decisión que requiere gran valentía, si se hace de manera frontal y sin tapujos”.
Acusaciones falsas
La dictadura de Nicaragua inhabilitó en el 2021 de por vida para ejercer cargos públicos o de elección popular a al menos 14 personas, entre estas cuatro sacerdotes católicos.
Uno de los casos fue la opositora nicaragüense Cristiana María Chamorro Barrios, contra quien se dictó una orden de detención por un caso de presunto lavado de dinero, fue inhabilitada para participar en los comicios de noviembre de 2021, en los que el mandatario Daniel Ortega buscó su reelección y seguido la desterró, junto a 221 presos políticos.
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El Juzgado Quinto de Distrito de lo Penal de Audiencias Circunscripción Managua resolvió que Chamorro —quien mostraba mucha popularidad y simpatía entre los nicaragüenses— a solicitud del Ministerio Público era acusada e inhabilitada para cualquier título de elección popular por los delitos de gestión abusiva, falsedad ideológica, ambos en concurso real con lavado de dinero, bienes y activos.
Entre los inhabilitados nicaragüenses figuraron Félix Maradiaga, Miguel Mora, Juan Sebastián Chamorro, Arturo Cruz, Medardo Mairena, entre otros, que tuvieron el mismo destino que Chamorro: la cárcel y luego el destierro.
Nicaragua atraviesa una crisis sociopolítica desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, con sus principales contendientes en prisión y ahora desterrados.
