Renato Morales cumplirá 42 años, pero sigue demostrando que los héroes no tienen edad. Entró en el séptimo episodio con bases llenas, dos outs y el partido empatado 4-4, había máxima tensión en el ambiente, el estadio rugía y las esperanza de remontar se disipaban. Pero el “viejo” Renato arribó al cajón de bateo con mucha serenidad y cazó un lanzamiento afuera de la zona al derecho Jesús Garrido, mostrando ese olfato que brinda la experiencia, colocándolo a banda contraria, barriendo las bases y sellando el partido. El Tren pasó de estar perdiendo 4-0 a ganar su primer partido en una final de Liga Profesional 10-5.
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Morales corrió las bases como si el mundo dependiera de él, llegó a la segunda almohadilla y saltó como si dijera: “lo he conseguido”. El zurdo originario de Masaya transformó la tristeza de una ciudad en algarabía de todos. Aunque el equipo que gana el primer partido apenas se ha coronado en siete ocasiones de 18 campeonatos, el Tren del Norte ya sueña con su primer trofeo en sus vitrinas, gracias al batazo de Morales, el viejo que dio lecciones de cómo ser héroe, mantener la calma y cazar su pitcheo.
El espíritu del Tren
Cuando el partido estaba 4-0 y el mejor lanzador del Tren del Norte, Luis Ramírez salía explotado por el poderío sureño, parecía que nos encaminábamos a un triunfo por aplastamiento. No obstante, para ser la primera final de los norteños no se hundieron, supieron mantener la compostura y soportar las embestidas, a pesar que Jesús Linarez se mostraba imbatible desde el montículo.
¡Qué miedo!
¡Qué miedo esa alineación de los Gigantes! Tienen a una constelación de estrellas en línea que no se sabe quién te va a “matar”. Yosmany Guerra, Peguero, Raudy Read, Cuthbert, Wuillians Vásquez, Benjamín Alegría y Ofilio Castro, a pesar que perdieron el primer partido, Rivas está lejos de estar muerto. Esta noche les falló el pitcheo de relevo, pero en el beisbol un partido no se parece a otro.
El Tren no sabe correr
Fue lamentable ver cómo Manny García se entregaba en tercera base matando la ofensiva de su equipo. También más adelante Juan Diego Montes se fue al plato sin sentido con un roletazo a la tercera. Por otro lado, aunque Jairus Richard se convirtió en un bateador oportuno con el madero empujando carreras claves, con el guante preocupa, parece que la presión inicial lo asustó.