El régimen de Daniel Ortega ordenó una reforma al Presupuesto General de la República 2023 para incorporar un abultado monto de recursos provenientes principalmente de la recaudación de impuestos, en medio de una asfixia fiscal al sector empresarial que se ve reflejado en un fuerte incremento del Impuesto sobre la Renta.
Los diputados, controlados por la dictadura, aprobaron la incorporación neta de 18,893.4 millones de córdobas al gasto público, entre los que se incluyó fondos para volver a darle respiro al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que acumula una década de crisis financiera insostenible.
De esta manera, el Presupuesto General de Ingresos ascenderá a 128,882.9 millones de córdobas, es decir 17.8 por ciento respecto al inicial y 21.5 por ciento comparado con el 2022.
En tanto, el Presupuesto General de Egresos se elevará a 120,521.8 millones de córdobas, 17.1 por ciento más respecto al inicial y 20.5 por ciento comparado con el saldo del cierre de 2022.
“El resultado de ingresos menos gastos es un superávit global presupuestario de 3,634.7 millones, lo que viene a incrementar el monto del presupuesto aprobado inicial de 4,726.4 millones, para alcanzar en el Presupuesto modificado el monto de 8,361 millones”. Estos recursos suelen enviarse al Banco Central de Nicaragua (BCN) para aumentar las reservas y la posición a favor del Gobierno.
“Los ingresos tributarios continúan siendo la principal fuente de ingresos, estimándose alcancen 119,919 millones de córdobas y representando el 93 por ciento del total”, estimó el Gobierno en una nueva actualización de sus metas fiscales.
El Impuesto sobre la Renta (IR) representa la mayor carga impositiva para las empresas y los trabajadores. Se espera que al finalizar este año este impuesto haya aportado 55,047 millones de córdobas, lo que significará 8,092.7 millones de córdobas más (17.2 por ciento más) de lo esperado inicialmente.
En el Impuesto al Valor Agregado (IVA) se espera que esta alcance los 41,669.9 millones de córdobas, 7,264.8 millones de aumento (21.1 por ciento) respecto a lo proyectado en el presupuesto 2023 inicialmente.
Del total de la recaudación de este último impuesto, se espera que 13,189.1 millones correspondan a ventas internas (30.2 por ciento de aumento) y las importaciones aporten 28,480.8 millones (17.3 por ciento más).
La tercera fuente de importancia de la recaudación se concentra en el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) con 11,688.9 millones de córdobas esperados, equivalente a un crecimiento de 15.7 por ciento respecto a lo esperado inicialmente.
En tanto, los impuestos no tributarios cerrarían el año con un aporte de 8,963.8 millones de córdobas, lo que significará un aumento de 10 por ciento respecto a lo proyectado en el gasto público en un principio.
A nivel de tipo de recaudador, el Gobierno espera que la Dirección General de Ingresos (DGI) capte 83,837.8 millones de córdobas, es decir 16.8 por ciento más de lo estimado y la Dirección General de Asuntos Aduaneros 40,750.7 millones, es decir 19.7 por ciento de aumento. Del restante la Tesorería General de la República será la responsable.
Tanto la DGI como la DGA son señaladas de estar detrás de una persecución fiscal contra los contribuyentes para garantizar que el régimen de Ortega cumpla con sus objetivos de gastos del sector público.
Los principales beneficiarios
En la exposición de motivos, el régimen explica que del bolsón de recursos, 4,468.2 millones de córdobas se destinaron para el Programa de Inversión Pública, siendo el Ministerio de Transporte e Infraestructura el mayor beneficiario con más de 2,500 millones de córdobas.
Dentro de ese paquete, está la Alcaldía de Managua con 687.5 millones de córdobas para avanzar en la construcción de obras relacionadas con el primer tramo de la Pista Juan Pablo II.
Al Ministerio de Salud apenas se le dio 285.7 millones y el Ministerio de Educación quedó fuera de la repartición de esos recursos para inversión pública.
Por su parte, al INSS se le transfirió 3,463.5 millones de córdobas, lo que significó un aumento de 18.6 por ciento respecto a lo que se le destinó inicialmente. “Esto cubrirá la brecha financiera y de esta manera garantizar el pago de pensiones a los jubilados y gastos de prestaciones médicas y 113.5 millones en aporte estatal”.
En el caso del Ministerio de Salud, adicionalmente a los fondos de gasto de inversión, se le asignó 1,910.3 millones de córdobas, para gastos más burocráticos y de funcionamiento, incluida la adquisición de medicamentos como antigripales y vacunas contra el covid.
También se le entregaron 1,599.8 millones de córdobas para programas de subsidios manejados por Enacal, Irtramma y electricidad.
Todas las asignaciones antes mencionadas suman 11,441.8 millones de córdobas, es decir el 61.9 por ciento del total del aumento del Presupuesto General de Egresos, se lee en la exposición de motivos.